Este miércoles se cumplen cinco largos años de la partida de Luis Alberto Spinetta, uno de los músicos más importantes de nuestro país por haber dejado 30 discos de mucha magia, canciones inolvidables, melodías inimitables y letras que rondarán en la memoria de millones de personas.

Llegó al mundo el 23 de enero de 1950 y se crió en Núñez. Cuando aún era niño, pusieron una guitarra en sus manos y durante un tiempo tomó clases con un profesor, pero luego decidió que la relación que entablaría con la música debía ser sólo entre ella y él, así que se convirtió en autodidacta.

Si bien le gustaban las canciones más bien televisivas, “El Club del Clan” y esas yerbas, él mismo contó en varias entrevistas que su mundo cambió gracias a The Beatles.

Con evidente talento para tocar y cantar, ganó el concurso televisivo “Escala musical” y con el premio en efectivo se compró su primer disco del grupo de Liverpool.

El Flaco ya componía a los 14, pero el rock nacional explotó recién en 1967, gracias a Los Gatos, el mismo año en el que él formaría Almendra, a sus 17 adolescentes años. Tres álbumes dejarían como legado, con algunas canciones memorables y transformando la música argentina para siempre. Tras tocar con Pappo y Pomo por algunos años, en su etapa más “pesada” y blusera, creó Pescado Rabioso, otra de las tantas joyas del rock que duró poco más de un año.

El último álbum bajo el nombre de la banda, Artaud, fue grabado sólo por Spinetta y es considerado uno de los mejores discos del rock en español. Luego vendrían dos años con Invisible, y comenzaría su carrera solista, en la que se mantuvo hasta 1980 con el regreso de Almendra y el inicio de Spinetta Jade en paralelo. Tras un disco solista, “Kamikaze”, se reunió con Charly y a pesar de nunca lanzar un disco o transformarse en banda, crearon “Rezo por vos”, un tema tan emblemático como popular.

Por esos tiempos pergeñó con Fito Páez un LP que se transformaría con el tiempo en una placa de culto, “La la la”, en 1986. “Mondo Di Cromo”, “Privé”, “Tester de violencia”, “Don Lucero”, “Pelusón of milk” saldrían en su etapa solista, que llegó hasta 1994 cuando formó Spinetta y Los Socios del Desierto.

En 2001 editó nuevamente en solitario y en 2008 sacó su último álbum, “Una mañana”. En 2015 se editó “Los amigo”, que contiene grabaciones previas a su muerte que datan de 2011.

Tras batallar contra el cáncer de pulmón, el 8 de febrero de 2012 su cuerpo dijo basta y se fue al universo de los eternos. Unos meses antes, cuando se había publicado información errónea sobre su estado, escribió una carta en la que contó que se encontraba rodeado de seres queridos y se despidió con un consejo para crear conciencia sobre no tomar antes de conducir, un tema en el que se había metido en los últimos años de su vida y lo identificaba como el ser humilde y generoso que fue. Diciéndonos con letras y mú- sica lo que sucedía dentro de su alma, Luis Alberto Spinetta pasó la vida entera preparando su legado. Un legado profético, con alma de transgresión más allá de la vida. Como si la planificación involuntaria hubiese tenido en cuenta que algún día no estaría más.

En “Mondo di Cromo”, decía: “Cuando vuelva del cielo, te voy a dar mi nombre, traducido en el viento, para que puedas viajar”. Meses después de su partida, en 2012, su hijo Dante junto a Emanuel Horvilleur mantenían esa idea al cantar en “Águila amarilla” expresando su cariño y dolor: “Te amo, porque inventaste el amor, y es tanto tu amor que te volviste canción”.

Viaje o transformación que se manifiesta al escuchar cualquier tema de su autoría, una traducción no de su nombre literalmente, sino de su esencia, su identidad. En ese mismo álbum, susurraba que “la tristeza se va como una luz, todo es armonía a mi alrededor y está bien”, frase que hoy, a cinco años de su partida, resuena como una despedida, aunque fue escrita en 1983.

En realidad, sus canciones eran momentos y por ese mismo motivo, eternas. En la pluma de la espontaneidad encontraban perpetuidad. Por ello, a pesar de no hacer música mal llamada “popular”, el Flaco conquistó a millones de corazones.

www.diarioshow.com

Comentarios de Facebook