Cada modelo tiene que someterse a 54 ensayos técnicos en el Centro de INTI-Mecánica y además debe contar con la aprobación del Organismo de Certificación. Uno de los objetivos principales es dar garantías de seguridad al usuario de las bicis.

El uso de la bicicleta fue aumentada año tras años. Muchos eligen a este medio de transporte para la realizar actividad física, pasear o para ir a trabajar o la facultad, entre otros usos. Es por ello que, para garantizar la seguridad de los ciclistas, cada modelo debe someterse a 54 ensayos técnicos en el Centro de INTI-Mecánica y contar con la aprobación del Organismo de Certificación del INTI para su oferta en el mercado.

En declaraciones con el Noticiero Semanal del INTI, Gustavo Maceira, jefe del Laboratorios de Procesos de Mecanizado y Conformado de INTI-Mecánica, explicó que allí se aseguran que los modelos certificados garanticen un estándar de seguridad, para que luego cada usuario busque una bicicleta en función a su uso y comodidad. “Lo importante al momento de elegirla es chequear que esté certificada por un Organismo Certificador autorizado y eso puede comprobarse a través de una etiqueta metalizada que debe estar pegada en un lugar visible”, señaló.

La certificación es obligatoria en Argentina desde el año 2003, según establece la Resolución Nº 220/2003 creada por la Secretaría de Industria, Comercio y de la Pequeña y Mediana Empresa, que dispone “requisitos esenciales de seguridad para la comercialización de bicicletas nuevas en la Argentina».

El responsable de Certificación de Bicicletas del INTI, Fernando Paterson, comentó que la Resolución mencionada rige para todos los rodados nacionales e importados, a excepción de los modelos de competición y “exige que previo a su comercialización deba presentarse ante la autoridad de aplicación la certificación de conformidad por marca, que implica no solo la realización de ensayos sino también auditorías del sistema de control de producción en la fábrica”.

En 2016 se acercaron al Instituto 23 empresas para obtener la certificación de sus modelos. Más allá de que todos los ensayos son obligatorios algunos de ellos son claves como los de “frenado”, “horquilla”, “impacto” y “cadena”.

En el caso que un modelo no cumpla con alguno de los ensayos, las empresas pueden pedir ayuda técnica del INTI para alcanzar los estándares de calidad. En referencia a esto Maceira agregó: “Nuestro objetivo es, por un lado, dar garantías de seguridad al usuario de bicicletas y, por otro, brindar asistencia a las pymes que lo necesiten, es decir, aportar a mejorar los productos nacionales”. (InfoGEI) Ad

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