Si usted conoce, admira e… invita dice el autor latino que: “la historia es la maestra de la humanidad y efectivamente lo es”.

Nuestro país tiene una historia muy rica y arquetipos dignos de la mitología en el orden nacional y Baradero también los tuvo. Vamos a mencionar a algunos de ellos: el presidente Hipólito Yrigoyen por primera vez un hombre público tomó la dimensión “providencial”. Tenía un carisma especial por su recata vida y su honestidad. Su gestión fue firme, casi implacable, defendió la neutralidad y la soberanía argentina. Donó su sueldo de presidente a la sociedad de beneficencia y murió en un catre de una casona abandonada.

Hernandarias nuestro fundador, criollo nacido en nuestras tierras, perteneció a una familia de valientes. Amó a su país y a los aborígenes les llamó hermanos. Durante su gobierno hizo construir la catedral de Buenos Aires, combatió el contrabando inglés, a lo grandes comerciantes. Fue ejemplo de honestidad. En las tierras que él gobernaba se comenzó a hablar por primera vez  de la patria y a sus habitantes argentinos.

Dr. Lino Piñeiro. No nació en Baradero pero demostró su amor a la población en las distintas epidemias que hubo en nuestra ciudad trabajó gratuitamente durante 12 años. Las autoridades de entonces fueron ingratas con él, la posteridad; nosotros; le agrademos todo lo que hizo por Baradero; por eso nuestro hospital lleva su nombre.

Arturo Figueroa Salas, con solo 25 años comienza a actuar en política. Es vehemente. Es elegido intendente por muy corto tiempo. Sus campos, más de cuatro mil hectáreas, fueron poblados por muchos chacareros donde reinaba el orden y la actividad. En ellos se producían excelentes cosechas de tal magnitud, que le lleva a solicitar una parada en sus campos para cargar sus productos, cereales y hacienda en la línea del ferrocarril Mitre. Al morir él y su esposa, y al no tener descendencia, donó a la arquidiócesis sus extensos campos pero con la idea primordial de la creación de una escuela agraria superior, voluntad que fue cumplida 41 años después en marzo de 2001 la de varones y luego se inauguró la otra escuela para mujeres. Este fue el proyecto más importante que este baraderense soñó para nuestra comunidad.

José Alejandro Barbich, nuestro historiador. Desde pequeño se inclinó por la investigación y conocer en profundidad los orígenes y la historia de nuestro pueblo. En principio fue apoyado por su tarea de visitar la zona rural de nuestro distrito para saber nuestros orígenes vivió un tiempo en España y del archivo de Indias trajo la historia de nuestro pueblo. De una memoria excepcional fue durante años la memoria de la historia baraderense la que fue escribiendo alternado con clases y alumnos de escuela primaria, secundarias, conferencias y charlas. Sus archivos ya amarillentos fueron rescatados en 1980 por José Vicente Panzero, Armando Lenguitti y Blanca Raggio; y así se pudo hacer el libro de la Historia de Baradero con el patrocinio de la Biblioteca José Manuel Estrada del Club Atlético. En el año del centenario de Atlético, por intermedio de su hijo César, se consiguió los originales de su archivo y se publicó la segunda edición del libro. De esta forma sus amigos publicaron sus valiosas investigaciones. Después de su desaparición una calle en la Colonia Suiza lleva su nombre (y luego se le impuso su nombre al museo), pero aún no se le ha hecho el reconocimiento del que es merecedor por haber recopilado la historia de nuestro pueblo.

Publicado por La Autentica Opinión (Edición Impresa del 14 de abril de 2017)

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1 COMENTARIO

  1. Hernando Arias de Saavedra o mejor conocido como Hernandarias (Asunción, 1564 – Santa Fe, 1634) fue un hidalgo, militar, conquistador, colonizador, explorador y burócrata rioplatense-paraguayo, con la notable particularidad de haber sido el primer criollo (nacido en América) que ocupara el puesto de gobernante de una región colonial.
    Poseedor de grandes cualidades como oficial y administrador, lo llevarían al nombramiento como teniente de gobernador de Asunción a mediados de 1592 hasta 1594, siendo también en 1593 gobernador interino rioplatense-paraguayo, luego de un interregno de dos años, y desde 1596 ocuparía sucesivamente el cargo titular de gobernador del Río de la Plata y del Paraguay, haciéndolo con solvencia durante tres períodos, hasta 1618, fecha en la cual la gobernación se dividiría por real cédula, pedida por él mismo, en sus dos componentes territoriales.
    Previamente, como vecino fundador de la ciudad de Concepción del Bermejo —acompañando al futuro teniente de gobernador Alonso de Vera y Aragón «el Cara de Perro»— en la región del Chaco Austral, se convertiría en el año 1585 en su primer alcalde.
    También fue nombrado, en forma interina, como primer teniente de gobernador de Corrientes en 1588. Además ocupó el cargo titular de la tenencia de gobierno de Santa Fe desde 1594 hasta 1596.
    Era hijo del teniente de gobernador de Asunción y gobernador interino del Río de la Plata y del Paraguay, Martín Suárez de Toledo y yerno de Juan de Garay, fundador de las ciudades de Santa Fe y Buenos Aires, quien fuera primer teniente de gobernador de Santa Fe, luego de Asunción y finalmente, gobernador titular.
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