En la pared de la tribuna, paralela a la calle Medrano.

La semana anterior, aparecieron en los frentes de varias casas de nuestra ciudad ciertos dibujos de extrañas características que, por lo que trascendió, resultaron motivo de preocupación de los vecinos, la mayoría de los cuales procedió a eliminarlos rápidamente de sus casas.

También, aunque en otro orden de cosas, la pared de la tribuna de la Plaza Colón y el portón de ingreso a una dependencia municipal que allí, bajo la tribuna funciona, fue objeto de pintadas cuyo autor se desconoce.

Sobre la tapa del medidor de energía.

En las casas

Sobre la calle Anchorena aparecieron dibujos que no significaban aparentemente nada para quien los viera, pero que según afirmaron algunos de los vecinos de la zona, las pintadas eran iguales o muy similares a las utilizadas por los delincuentes que se dedican al robo para señalar las características de los lugares dando así información a quienes pretendan llevar a cabo algún delito.

No se sabe si lo que se decía era tal cual lo afirmaban, pero había coincidencia en dos de las casas señaladas con las pinturas. Ambas propiedades eran habitadas por mujeres solas y, casualidad o no, los dibujos en las dos casas eran exactamente iguales. Ante las dudas generadas, en ambos frentes las pinturas fueron borradas al instante. No sucedió lo mismo en alguna casa deshabitada en la cual, por lógica, la pintura, hecha sobre la tapa del medidor de consumo eléctrico, todavía persiste y puede verse en la foto que se acompaña.

Ni el kiosco se salvó de las pintadas.

En la tribuna

La tribuna de Plaza Colón fue sometida no hace mucho tiempo a una restauración con motivo de instalarse, en el mismo lugar en el que funcionara durante años la hoy desaparecida oficina del «Puerto Ultramar Baradero», una nueva repartrición municipal. Las paredes especialmente, fueron recubiertas con un material que las había embellecido notoriamente. Pero no hubo reparos ni estéticos ni morales por parte de los «enchastradores» que escribieron grandes letras creyendo vaya a saberse qué era lo que estaban haciendo.

No se salvó tampoco el pequeño kiosco ubicado en la misma plaza y que funciona en simultáneo con los juegos infantiles ubicados casi en la esquina de Medrano y Anchorena y que también fue objeto del pintarrajeo a discreción.

En el portón de la oficina municipal.

El Diario de Baradero

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