El 1 de Junio de 2009, una simple falla de los sensores de velocidad del Airbus A330, pero combinada con una serie de fatales errores de los pilotos se estrellaba en el Océano Atlántico el Vuelo 447 de Air France, provocando la muerte de 228 personas. El casi nuevo Airbus A330-203, matrícula F-GZCP, de la empresa Air France partió del Aeropuerto de Galeão de Río de Janeiro rumbo al Aeropuerto Charles de Gaulle de París con 12 tripulantes y 216 pasajeros a bordo. Tres horas después del despegue, el piloto Marc Dubois se retira al área de descanso para estar en optimas condiciones para la aproximación y aterrizaje en Paris. En la cabina queda a cargo del avión el primer oficial Pierre Cedric Bonin y el copiloto David Robert, 600 km al norte de Natal a la 01:35 hs de la madrugada del 1 de Junio abandonó el área de cobertura del radar continental de Brasil. A las 02:06 el copiloto al mando informa a los pasajeros que se enfrentan a una zona de turbulencia. Pocos minutos después se forma hielo en los Tubos Pitot, encargados de medir la velocidad del avión, por lo que dejan de funcionar, al volar en piloto automático, la computadora detecta informaciones incompatibles y se pasa a modo manual entregando el comando de la nave a los pilotos. Pese a que una alarma les indicaba que la lectura de la velocidad no era confiable, Bonin y Robert comenzaron a cometer errores de apreciación y procedimientos inverosímiles. Creyendo que perdían potencia y caían dieron máxima potencia a los motores y elevan el morro colocando el avión a 16° grados en ascenso. Al llegar a la altura máxima de 12.000 mts combinado con la potencia máxima de los motores el avión comenzó a vibrar, en una acción desesperada y errónea volvieron a elevar la nariz, al llegar a los 40° de inclinación las alas perdieron efectivamente sustentación y comenzaron a caer. El piloto Dubois llegó a la cabina y rápidamente identificó el problema y ordenó a Bonin que nivelara la nave para recuperar la sustentación, pero desde su posición no podía ver que Robert mantenía la palanca jalada al máximo. En los Boeing las acciones del comandante anulan los movimientos indicados por el copiloto, pero en los Airbus, las acciones de comandos se promedian, por lo que las acciones desesperadas y erróneas de uno anulaban las correctas del otro, nunca recuperaron el control hasta que se estrellaron en el océano a las 02:14 hs. Solo 50 cuerpos fueron encontrados hasta que 2 años después se encontraron los restos sumergidos del avión recuperando 100 cuerpos más y las cajas negras que permitieron reconstruir los hechos que provocaron la tragedia.

El 1 de Junio de 1926, en Los Ángeles, EEUU, nacía una modelo y actriz que se transformó en un ícono de la belleza femenina, ese día llegaba al mundo Marilyn Monroe. Nacida con el nombre de Norma Jeane Mortenson, su madre, Gladys Pearl Baker se enteró de su embarazo, ya separada del noruego Edward Mortenson, sola y con un trabajo precario, dio a Norma en adopción, Albert e Ida Bolender fueron quienes la criaron. A los 9 años fue adoptada por la mejor amiga de su madre, Grace Mckee, pero su esposo abusó de ella, le quitaron la custodia y fue adoptada por su tío Olive Brunings, a los 12 años volvió a ser abusada, esta vez por su primo. Luego de deambular por varios hogares sustitutos a los 16 años se casó con el policía James Dougherty de 21, por un año hizo una vida hogareña, hasta que James fue reclutado para luchar en Austria, Norma y su suegra fueron enviadas a la fábrica de municiones de Burbank. Estando allí un fotógrafo realizó unas tomas para la revista “the Army Weekly”, estaba tan bella y radiante que apareció en la portada. la foto tuvo una repercusión inusitada, coincidiendo con el fin de la guerra, fue solicitada por la “Twenty Century Fox”, como su marido ya en casa se oponía, se divorciaron y fue el comienzo de una carrera meteórica. El ejecutivo que la contrato le propuso el nombre “Marilyn Monroe” que aceptó gustosa, participó en decenas de films exitosos, en 1953 llegó su primer protagónico en “Niagara” y aparece en el primer número de Playboy, tenía el mundo a sus pies. Estuvo diez años en la cima, a principios de los 60 empezó a tener problemas de insomnio y consumo de barbitúricos, fue hospitalizada en varias oportunidades. El 5 de agosto de 1962 la encontró la muerte, provocada por una sobredosis de fármacos y catalogada como «posible suicidio» dejó mas dudas que certezas. Entre el silencio que reclamaban los Kennedy por su affaire con JFK y por tener datos de la complicidad de Frank Sinatra con la mafia, su muerte alimento los diarios durante décadas, pero es su belleza lo que la hace eterna.

 

Comentarios de Facebook