Diego Jeanmarie estuvo el sábado en el aire de Sin Galera y se refirió a la investigación que lleva adelante el Fiscal Marcelo Manso sobre el asalto al camión de la distribuidora Río Tala de Baradero el 25 de enero donde fueron abatidos el Policía Local y el delincuente Pablo Morel. Roberto Branto Ayala fue capturado días después y encerrado en Sierra Chica. “Este lamentable suceso de la muerte de este muchacho va a destapar una olla que va a largar mucho olor. Una asociación de personas con diferentes roles», sostuvo el defensor de quien en un primer momento fue sindicado como prófugo aunque luego se estableció que se trataba de su padre.

“Este lamentable suceso de la muerte de este muchacho va a destapar una olla que va a largar mucho olor. Una asociación de personas con diferentes roles. Tras esto hay una organización. Hay una connivencia en determinados factores de diferentes estamentos, en los cuales se facilitaba logística para cometer hechos delictivos con la cual, en un error de inteligencia, ocurre el lamentable hecho que ocurrió y por eso se intenta disuadir, desviar el eje de la investigación a un candidato, sospechoso natural, sobre el que nadie hubiera puesto en duda su participación”, sostuvo el sábado en el aire de Sin Galera Diego Jeanmarie, abogado de Názareno Branto Correa quien luego del asalto al camión repartidor de la distribuidora Río Tala de Baradero ocurrido el jueves 25 de enero en la intersección de Rivadavia y Oliveirza Cézar donde fueron abatidos el Policía Local y el delincuente Pablo Morel tuvo pedido de captura hasta que se estableció mediante las cámaras de seguridad que quien participó del hecho fue su padre, Roberto «el Zurdo» Branto Ayala, hoy, tras ser asistido en el Hospital, encerrado en Sierra Chica.

Sin embargo, la foto con la cara de Nazareno Branto que recorrió el país no parece ser un simple desliz ya que estuvo preso en el marco de la causa en la que se investigó el asesinato de Juan Carlos Dumbsky, un agente del Servicio Penitenciario que fue fusilado en el minimercado El Torito de la ciudad de Baradero cuando quiso impedir un robo. El jueves 1°, ya sin que pese sobre sus espaldas un pedido de captura, estuvo en el Emilio Ruffa para someterse a una revisación médica y, según Jeanmarie, su cliente se vio perjudicado por la exposición que tuvo durante varios días e incluso sugirió que intimaría a los medios de comunicación por calumnias e injurias.

“Yo le digo que lamentablemente en esta causa al fiscal no le falta casi nada, quedan milímetros para tomar un vuelco que, la verdad, va ser inesperado”, recalcó tras deslizar un razonamiento que lleva a la hipótesis más plausible. Con ese concepto, el abogado dejó en claro cuál fue el “inconveniente” en la investigación que lleva adelante el Fiscal Marcelo Manso. No se trataba de un improvisado a la hora de armar un plan para un robo. Necesitaba de protección en San Pedro y habría contado con la complicidad de otro ladrón al que todos califican en la condición de “ratero” y no de “profesional” como Branto. La aparición de los agentes locales fue un “contratiempo, un imprevisto” que no estaba calculado y, por eso, todo terminó tan mal.

La salida de los delincuentes estaba cubierta y protegida, no debía haber ni una gota de sangre. Llevarse el botín con astucia y pericia eran los objetivos hasta que llegaron Nelson Lillo y Laura Lencina. Pero todo terminó de la manera no planeda. El asalto, que dejó una herida difícil de cicatrizar para la ciudad, se llevó la vida de Lillo y la del ladrón Pablo Morel.

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