Estoy muy apenado por lo que está pasando en este país, pero mucho más me apena leer las redes sociales , amigos, conocidos, gente que uno saluda por la calle, que alterna socialmente en algún espacio, en el trabajo y hasta de su propia familia , como se agreden mutuamente sin reparar en adjetivos calificativos pasándose factura en forma hiriente y lesiva.

Esa necesidad imperiosa de tener la verdad a costa de lo que sea, junto con esa terquedad innata donde nos cuesta horrores reconocer el error o ceder ante un argumento contundente que demuestra nuestra equivocación son los rasgos más sobresalientes de la interacción que domina el espacio virtual.

Y de esa ecuación sale lo peor de cada uno donde la violencia en una de sus formas toma el rol protagónico del diálogo transformándolo en un ida y vuelta de agresiones que no permiten retomar el hilo de la cuestión que nos conduzca al tema central para poder elaborar un razonamiento donde pueda convivir la tolerancia y la pluralidad de ideas.

Hace poco escribí en mi muro algo que quisiera compartir nuevamente porque creo que la grieta no existe, es un verso, y que se intenta disfrazar una palabra mucho mas peligrosa y perjudicial para la convivencia social que se llama VIOLENCIA. La violencia no reconoce bandos, no tiene patrones direccionales, llega de todos lados, se instala y destruye sin importar lo que deja, casi siempre con consecuencias irreparables. Hoy la violencia ha mutado de manera tal que se hace difícil detectarla como tal, ya que cuenta de cierta forma con nuestra complicidad debido a que en el imaginario colectivo aún se tiene un pre concepto donde ésta solo es visible solamente cuando deja huellas físicas y en realidad hoy este concepto es parte de una definición obsoleta, no obstante pareciera que no alcanzamos a darnos cuenta de ello.

GAMES OF THRONES

Las redes sociales se han convertido en verdaderos catalizadores de las miserias humanas. Cada teléfono o computadora se han transformado en una especie de reinos absolutistas virtuales donde cada soberano deja fluir su aprobación o desaprobación, solidaridad, amor, pero también sus iras, odio, frustraciones, agresividad y violencia. Llevando esto a un plano universal, el mundo virtual es la suma de pequeños reinos que viven en conflictos permanentes, algunos logran aliarse con otros reinos para hacerse fuerte en la opinión, pero como toda alianza en algún momento se rompe y como en un círculo vicioso, los que se retiran van en busca de otros reinos buscando adhesión y así una y otra vez. Es patético el escaso análisis, la falta de sentido común y el nulo poder de razonamiento, como así también la necesaria voluntad de imponer una idea en base a fuentes sin sustento. Pero lo que mas inquieta es la ceguera y el fanatismo que se pone de manifiesto en su mas alta expresión. A veces resulta contradictorio e irracional como personas con cierta formación intelectual, profesionales que bajan abruptamente su condición para convertirse en burdos opinadores como que si una venda no le permitiría ver una realidad incontrastable. Entiendo que existen cuestiones que son discutibles, todo en realidad es discutible, y hace bien discutir o debatir, pero cuando la idea cae por su propio peso específico algunos intentan desafiar las leyes del universo tratando de llevarlo a un plano insostenible que desafían al propio Newton. Las redes sociales tienen dos caras la de Dr. Jeckyll y la de Mr. Hayde, viven entre esa dualidad y ambas están en conflicto permanente, hay que ver como evoluciona esto a futuro , como las nuevas generaciones utilizarán esos pequeños reinos virtuales , si será una herramienta de saber o un espacio de constante confrontación dominado por la irracionalidad y la ira terminando sus días viciada del copie pegue sin pensar que llevará a la humanidad indefectiblemente a alejarse del sentido común y la verdad generando un mundo de pensamiento irreal.

Luis Verdina

Montaje fotográfico BTI

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