No ha sido tranquila la negociación que se ha establecido, desde el comienzo mismo, entre los representantes de la multinacional Ingredion y el SOERM, para nada. La dureza que trasuntan los comunicados de ambas lo revela palmariamente y ayer, la empresa ha emitido uno, el último, en el que amenaza con algo sumamente preocupante y que intentaremos analizar dentro de nuestras posibilidades.

La empresa niega categóricamente cualquier versión relativa a la posibilidad de reincorporación del personal desvinculado y más adelante sostiene que «la proliferación de este tipo de rumores no hace más que interceder en las negociaciones y afectar la posibilidad de evitar el cierre definitivo de las plantas».

No es la primera vez que Ingredion habla de cerrar las plantas de manera definitiva, pero se termina por sospechar, ante la insistencia, que se trata de una amenaza, grande por supuesto, pero de difícil concreción. No resulta fácil creer que dos plantas cuyo costo se mide en varios millones de dólares, sean dejadas así como así a merced del óxido y la destrucción que inevitablemente sobrevendrían ante tal decisión.

Además de infundir temor con la amenaza, no solamente a sus trabajadores sino a toda la sociedad, la empresa se muestra sumamente dura, inflexible y, además, descarta de manera absoluta cualquier reincorporación del personal despedido.

La negociación, partiendo de premisas tan terminantes, resulta compleja para el sindicato que deberá recurrir al ingenio, mucho, para contrarrestar tamaña embestida.

Puede ocurrir, como tantas veces en este tipo de conflicto, que la empresa formula sus hipótesis de máxima como punto de partida para terminar en un punto intermedio, cosa que el sindicato conoce ya que forma parte básica de toda negociación gremial, pero llama la atención la gravedad de la amenaza de cierre definitivo de Ingredion que, de concretarse, sería una verdadera catástrofe social para nuestra ciudad que ya conoce las consecuencias de esta clase de problemas cuando se experimentó el cierre de Hisisa con su secuela de inconvenientes que hasta hoy, transcurridos muchos años, nuestra sociedad está sufriendo.

Gabriel Moretti (El Diario de Baradero)

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1 COMENTARIO

  1. Que la gerencien los operarios, compren insumos, fabriquen productos, consigan clientes a quien venderles, y compitan con todas las empresas, Paguen sus sueldos, y con ellos sus aportes, obra social, impuesto a las ganancias, ingresos brutos etc. Dejen algo para pagar la luz ,el gas ,el agua, a los contratistasque reparan la empresa Que la maneje el Sindicato!!!!, y en paritarias que ellos mismos se aumenten el 35%, ya no estara el patron que no quiera pagar aumentos, seria grandioso que suceda. Vamos sindicato no te quedes sin esta oportundad.

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