La Justicia Federal de San Martín liberó hace algunas horas a Nicolás Alí, uno de los hermanos detenidos y sometidos a un juicio oral y público por cultivar cannabis con fines medicinales para ellos y su madre. Luciano, el otro hermano, permanece preso en el penal de Devoto a la espera de la siguiente jornada del juicio, prevista para el 3 de julio.

Durante los primeros días del juicio, los peritos establecieron que había un total de 373 gramos de cogollos secos con los que podían hacerse 15 ml de aceite medicinal de cannabis, También declaró el médico de la madre, que confirmó que le había indicado el uso de aceite para tratarla artritis y que él mismo les recomendó a los hermanos que cultiven para no comprar el aceite en el mercado negro. El mismo médico aseguró que la cantidad de cannabis secuestrado apenas alcanzaba para el tratamiento de un par de meses de la madre y el asma de los hermanos.

La tercera jornada de juicio llevada a cabo hoy en el Tribunal Oral 5 de San Martín fue clave. Hasta ahora no se había presentado ninguna prueba que permitiera sostener la calificación de “cultivo de cannabis con fines de comercialización” que pesa sobre los hermanos. El único testimonio que podía sostener esa acusación era el de un testigo de identidad reservada que, según afirmaban los policías que le tomaron testimonio, había dicho que los Alí vendían cannabis.

Para sorpresa del tribunal y muchos de los asistentes, ese testigo de identidad reservada afirmó que nunca había hecho esa declaración presentada por la policía, que la firma que figuraba en el acta no era la suya y que ni siquiera conoce a los hermanos Alí. Incluso declaró que policías de la misma comisaría que llevó adelante el allanamiento a los Alí lo habían detenido semanas antes de aquel episodio por tenencia de drogas y lo habían golpeado. Los jueces, sorprendidos y visiblemente molestos, le pidieron al testigo que ratifique lo que estaba diciendo: el joven no dudó en reafirmar sus dichos.

Frente a esto, el fiscal reconoció que si bien no se cuenta con pruebas de comercio en contra de los hermanos, el delito de la siembra y cultivo de cannabis previsto en la ley de drogas existe y que, a su criterio, la cantidad de marihuana secuestrada sigue poniendo en duda de que se trate de un caso de consumo personal.

En ese contexto, el fiscal señaló que sólo correspondía mantener la imputación contra Luciano, el dueño de la casa donde se encontraba el cultivo, por lo que solicitó la inmediata liberación de Nicolás. Los jueces aceptaron el pedido y fijaron la siguiente audiencia para el 3 de julio.

Nicolás (cuarto desde la izquierda en la imagen) fue liberado en el momento. Mientras se abrazaba con su novia en la puerta del juzgado rodeado de activistas cannábicos que fueron apoyado, a su hermano Luciano lo subían esposado al camión que lo llevó nuevamente a la cárcel de Devoto.

Foto: FOCA (Federación de Organizaciones Cannábicas Argentinas)

Revista THC

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