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El retorno de José Alfredo Martínez de Hoz

Los liberales argentinos acusan al populismo de ser, entre varias otras cosas, una especie de etapa previa del socialismo. Se horrorizan con el manejo que se hace de la economía y pregonan, contra viento y marea, una especie de credo laico en el que el gasto público, el déficit y el cuasi déficit fiscales y la emisión monetaria, manejadas por el populismo, en lugar de ser herramientas de la administración económica, son casi instrumentos satánicos.

La ideología liberal, que en nuestro país es dogmática en lo económico y profundamente reaccionaria en lo social, tras el desastre del gobierno de la Alianza en 2001 fue derrotada en las urnas y se pensó que nunca volvería. Los que así lo creyeron no contaron con el enorme poder que los medios de difusión tienen en el presente ni consideraron que la generación que sufrió los efectos de las medidas del ministro «Joe» Martínez de Hoz, ya no es mayoritaria entre la población que acude al llamado de las urnas.

Si se agrega a lo anterior, que la historia de esos años se ocupa como corresponde de los desaparecidos, pero no hace lo propio respecto del plan económico que acompañaba aquélla monstruosidad. Para decirlo de manera gráfica, mientras el pueblo argentino estaba atado a una silla de pies y manos, sometido a un estado de indefensión absoluta bajo el régimen del terror impuesto por la dictadura, Martínez de Hoz y sus «Chicago Boys» (*), le metían la mano en los bolsillos para saquearlo.

Fue con Martínez de Hoz que comenzaron a llegar al país los artículos importados a mansalva, sin importar el daño que se le pudiera ocasionar a la economía nacional. Fue con Martínez de Hoz que se inició el vaciamiento de Aerolíneas Argentinas, se endeudó a YPF y, quizás una de las más graves medidas, se ató la economía nuestra a la divisa norteamericana.

No lo dice solamente quien esto firma, periodista de pueblo, sino el ex ministro Roberto Lavagna: el actual modelo económico tiene mucho de aquél que impusiera, a sangre, tortura y balas, el (mal) recordado ministro de las grandes orejas y nulo patriotismo.

¿Qué puede pasar en Baradero?

Más allá de las repercusiones que las medidas puedan tener en el comercio minorista local en cuanto a la baja del salario real, también resulta importante analizar qué pasará con las industrias locales.

Aquéllas cuyos ingresos mayoritariamente dependan del mercado consumidor interno, estarán sujetas a las generales de la ley, es decir, a los vaivenes de los salarios, que hasta ahora vienen bajando sin que se prevea una mejora que vaya más allá de las aspiraciones y buenos deseos. Las exportadoras, caso Donto, probablemente se verán favorecidas siempre y cuando el tipo de cambio se lo permita.

El caso más preocupante es el de las empresas locales que produzcan para el mercado interno en forma exclusiva y deban competir por la franja que hoy poseen, con la mercadería que ingrese desde el extranjero. Hay poblaciones del país en las que los productores de cerdo se ven perjudicados por el ingreso de carne de ese animal proveniente de Dinamarca.

No parece Baradero estar especialmente perjudicada por las medidas del dogma liberal, pero no escapa su población al ajuste que en pocos días se iniciará: combustibles, energía eléctrica, gas domiciliario y, fundamentalmente, alimentos en alza, irán menguando el poder de compra de todos los asalariados y serán afectados los ingresos del pueblo en general. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que en Baradero existe un alto número de jubilados y como tales, sus ingresos fueron reajustados muy por debajo de la inflación y por lo tanto ya no pueden adquirir lo mismo que meses atrás, hecho que sin dudas repercute en la caja registradora de los comercios locales. Para que nada de esto suceda, el plan económico debería ser otro, pero, se sabe, el dogma liberal es inflexible: aunque probadamente perjudicial, se lo sigue ensalzando, elogiando y lo que es peor, aplicando.

Gabriel Moretti

(*) Se llamaba así al grupo de jóvenes economistas que integraban el gabinete económico y provenían de la denominada «Escuela de Chicago» liderada por el economista Milton Friedman impulsor del monetarismo. Alguno de ellos todavía anda pontificando en programas televisión o integra el gabinete económico actual.

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4 COMENTARIOS

  1. Porque del »Peronismo» se sale con Neoliberalismo como el de Martínez de Hoz, Cavallo y todos sus »pichones» que ahora están al poder. ¿No? Nombrame un país que haya salido de una crisis rifando su mercado interno, ‘favoreciendo las importaciones’ como dijo el Ministro de Producción. Ignorante.

  2. que vuelba cris con los secuases de eya asi la terminan de fundir ay que trabajar nada mas pero todossssss

  3. La alianza coalición cívica ari, ucr y pro nos lleva directo a otra brutal crisis socioeconómica como la de 1981, 1989 y 2001… cambiamos.

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