La inhalación de monóxido de carbono reemplaza al oxígeno en el torrente sanguíneo, lo que conlleva al sufrimiento de distintos órganos como el corazón y el cerebro. Quienes tienen mayor riesgo de intoxicación son los niños pequeños, los adultos mayores, las personas con enfermedades cardíacas y/o pulmonares, los fumadores, pudiendo provocar alguna sintomatología o la muerte misma.

El Boletín Integrado de Vigilancia del Ministerio de Salud de la Nación contabilizó 976 personas intoxicadas con monóxido de carbono durante 2017, cifra que se sostiene en los últimos años. Y en lo que va del 2018, ya se confirmaron 63 casos de intoxicación por la misma causa. Y a esto se suman los fallecimientos por inhalación de monóxido de carbono de la esposa y uno de los hijos del senador Luis Naidenoff  y de la periodista  Lucía Trotz.

Cómo evitar el envenenamiento por CO

Además de ventilar toda la casa una vez por día, es fundamental mantener siempre abierta una ventana o puerta en los ambientes calefaccionados aunque haga frío.

-Observar que la llama de gas sea siempre de color azul. La llama amarilla o anaranjada es signo de mala combustión y generación de monóxido.

-Si usa brasero o estufa a kerosene, apagarlos fuera de la casa antes de irse a dormir. No dormir con dichos artefactos encendidos.

-No instalar calefones en el baño, ni en espacios cerrados o mal ventilados.

-En baños, dormitorios y ambientes cerrados solamente instalar artefactos con salida al exterior (tiro balanceado).

-Controlar anualmente las instalaciones y el buen funcionamiento de los artefactos de la casa.

La médica toxicóloga del Hospital Alemán Marta Braschi resaltó a Infobae
que, en caso de que se trate de un escape de gas, «se percibe fácilmente porque tiene olor feo». Contrariamente el mayor problema con «el monóxido de carbono es que no tiene olor, y como desplaza la unión del oxígeno de la hemoglobina, la persona comienza a oxigenar mal y puede presentar náuseas, cefaleas, mareos, convulsiones o vómitos, dependiendo de la concentración del gas y el tiempo de exposición».

«Es importante  verificar si la llama de la cocina y las estufas es amarilla en lugar de azul, limpiar las estufas todos los años antes de ponerlas en funcionamiento y revisar los tirajes de hogares a leña y salamandras», puntualizó la toxicóloga.

Sobre la atención que debería recibir una persona intoxicada con monóxido de carbono, la especialista explicó que «se le debe administrar oxígeno al 100% por máscara o respirador si la persona está inconsciente». «Y en el ideal de los casos introducirlo en una cámara hiperbárica, que reduce el tiempo de tratamiento». Aunque aclaró que este tipo de equipamiento «no está disponible en todos los centros de salud».

Algunos síntomas para estar prevenidos

Ante cualquiera de los síntomas abajo detallados, y la sospecha de estar intoxicado con monóxido de carbono, ventile el ambiente, salga al aire libre y solicite ayuda médica inmediata.

– Dolor de cabeza.

– Náuseas o vómitos.

– Mareos, acompañados de cansancio.

– Letargo o confusión.

– Alteraciones visuales.

– Desmayo o pérdida de conocimiento.

– Convulsiones.

– Estado de coma.

Los centros de referencia nacional son:

Centro Nacional de Intoxicaciones Hospital Nacional Dr. Alejandro Posadas,
0800-333-0160 (Atención 24 horas).

Hospital General de Agudos «Dr. Juan A. Fernández», Cerviño 3356 de la Ciudad de Buenos Aires.

Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, Gallo 1330 de la Ciudad de Buenos Aires.

Hospital de Niños Sor María Ludovica, calle 14 Nº 1631, entre 65 y 66, La Plata.

Infobae

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