El bulevar Malabia, como se dice en la jerga popular, nació mal parido. Toda la ciudadanía feliz, en el momento de su inauguración, ya que se incorporaba al tejido urbano una calle de tipo bulevar, cosa siempre agradable, que además conectaba sitios de importancia. A poco andar se reveló que la capa asfáltica era inconsistente y los pozos se agrandaron hasta transformarse, por tramos, en calle de tierra puesto que el pavimento había desaparecido.

Puede decirse que no hubo medio de difusión alguno que, en mayor o menor medida, no se ocupara del problema señalando las dificultades que tal estado ocasionaba al tránsito.

Pasaron años y el problema subsiste; de nada han servido hasta hoy todos los arreglos hechos que no han sido, la verdad sea dicha, más que paliativos. Hace unas horas, una mujer que transitaba por la zona a baja velocidad, en moto, llevando a su pequeño hijo de acompañante, a punto estuvo de caer cuando el rodado introdujo una de sus ruedas en alguno de los varios pozos que, profundos, amplios, abundan en dicha calle y, en especial, en la cuadra que va desde Gral. José María Paz hasta Teófilo Rosell.

Es probable que la mujer del caso no estuviera advertida del estado de la calle, sí, pero también debe pensarse que no ha de ser la única persona que desconoce que esa calle está superpoblada de baches ya que difícil resulta imaginarse una situación como la que se describe y que claramente muestran las fotos que se acompañan.

Todos los baraderenses saben que no es la actual administración la responsable de que la acera mencionada haya llegado al estado en que se encuentra en la actualidad, pero es necesario decir que sí es responsable de la persistencia de tal estado ya que pasan los meses, van 500 días de gobierno, y el deterioro es cada día mayor. Es probale que algo se haya reparado en algún momento, pero como tantas veces anteriores el arreglo duró lo mismo que un suspiro.

Está demostrado que cuando las cosas se hacen bien, se puede y resulta; por caso lo que ocurrió con el paso a nivel de San Martín y Pasteur que durante largos años padeció una muy similar situación a la que se está narrando. Arreglos ineficientes, tiempo y dinero perdido hasta que se hizo lo que ahora se aprecia en dicho lugar que resultó efectivo y duradero. Es lo mismo que debiera hacerse con el bulevar Malabia.

El Diario de Baradero

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