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El cuádruple crimen de La Plata no está cerrado: aunque fue a elevado a juicio oral –será a mediados del año próximo-, se siguen generando novedades. El jueves pasado hubo una declaración que, si es incorporada como testimonio de prueba, cambiaría el eje de la investigación.

Un detenido que compartió celda con la “Hiena” Javier Quiroga, el principal imputado del caso, declaró ante la fiscal Ana Medina que Quiroga le confesó que el móvil del múltiple crimen fue un robo. Y que, además, tuvo un cómplice.

Oscar Peña Devito tiene 60 años y está alojado en la Unidad 34 de Melchor Romero desde hace más de diez. Peña declaró por voluntad propia ante Medina en el marco de la investigación por falso testimonio al remisero Marcelo Tagliaferro iniciada en 2012 a raíz de una denuncia de Marcelo Mazzeo, uno de los abogados de Osvaldo Martínez, el ex novio de Bárbara Santos. Martínez, conocido como el “Karateca”, fue imputado por el fiscal Álvaro Garganta en la causa por la presunta autoría de los crímenes.

El cuádruple crimen se produjo la noche del 27 de noviembre de 2011 en un PH ubicado en calle 28 entre 41 y 42, donde fueron encontradas masacradas a golpes y puñaladas Bárbara Santos, su hija Micaela Galle, su madre Susana de Bártole y Marisol Pereyra.

A los pocos días Martínez fue detenido por primera vez y liberado 38 días después, aunque el 3 de mayo de 2012 volvió a quedar preso tras la aparición de un nuevo imputado, identificado como Javier Quiroga, que confesó haber presenciado el asesinato y responsabilizó por el mismo a Martínez. La causa a la que Medina le dio curso en la fiscalía Número 1 de La Plata apunta a determinar si el remisero Marcelo Tagliaferro mintió en su declaración testimonial. Tagliaferro dijo que vio a Martínez la noche de los asesinatos. Los abogados de Martínez, Marcelo Mazzeo y Julio Beley, creen que Tagliaferro miente.

“La única prueba que incrimina a Martínez es el testimonio de Tagliaferro –dijo Mazzeo a Infojus Noticias- y sabemos que no dice la verdad. El remisero primero dijo que esa noche no pudo reconocer a nadie porque estaba oscuro y después, cuando empezó a ser defendido por Fernando Burlando, cambió de opinión y dijo que Martínez había apoyado una mano en su auto. Ninguna pericia lo pudo comprobar. Martínez no estuvo esa noche en la casa del crimen y el remisero lo sabe”.¿Qué aporta el testimonio de Peña Devito a la causa?

En su relato -que duró más de dos horas-, el detenido contó que convivió en el mismo pabellón con Quiroga durante cinco meses y que este llegó allí luego de intentar suicidarse cortándose una vena en la alcaidía Roberto Pettinato. “Yo hablaba con Quiroga, hasta que un día él me contó la modalidad de los delitos”, explicó.

En su declaración testimonial, Peña Devito contó que la “Hiena” le dijo que esa noche una persona salió del departamento y efectivamente golpeó el auto del remisero y como el conductor dijo, pero no fue Martínez sino un amigo y ex vecino de Quiroga en el barrio La Granja, cuyo nombre es Carlos Daniel Videla. Según Devito, esta persona -un aparente nuevo cómplice de la matanza- fue a visitar en dos ocasiones a Quiroga a la cárcel.

“Pudo haber actuado a sangre fría”

Fernando Tocho es un periodista platense que está escribiendo un libro sobre el cuádruple crimen. Tocho contó a Infojus Noticias que, según los dichos de este testigo, Quiroga se presentó el sábado 26 de noviembre de 2011 las 20.30 en el departamento de Susana de Bártole, donde fue recibido por ella. Ya había hecho varios trabajos en el domicilio (se desempeñaba como albañil, techista, pintor, plomero y otros oficios) y con el correr de los trabajos, había entablado una buena relación con de Bártole.

Peña Devito le contó a la fiscal Medina que Quiroga se iba a encontrar con la mujer a solas para robar algo de dinero, y teniendo en cuenta que él conocía los movimientos en la casa, luego la iba a matar. Pero no esperaba que ella estuviera con su hija y su nieta -Bárbara Santos y Micaela Galle-.

“Quiroga nunca me dijo que estaba drogado, posiblemente pudo haber actuado a sangre fría”, dijo Devito. Y agregó que Quiroga, Susana y Bárbara tomaron mate y charlaron, y fumaron entre tres y cuatro cigarrillos. Luego, esperó el momento en que se dispersaron. “Ese momento se da cuando Bárbara se va a duchar y Micaela se va a su cuarto”, contó.

Luego explicó que Quiroga tomó el palo de amasar y le dio dos golpes a Susana en la cabeza, dejándola desvanecida sobre la mesa. Después tomó una cuchilla de la mesada y se dirigió al baño, en busca de Bárbara, que se defendió y lo rasguñó. De hecho, ella logró sacarle la cuchilla y llegó a cortarlo en una de sus manos. Según lo expuesto por Devito, Quiroga le dijo: “Pero le saqué la cuchilla y la re cagué a puñaladas”. Siguió Devito: “Él notaba que la nena tenía el celular en su mano y después de asesinar a Bárbara fue a buscarla. Cuando Quiroga entró a la habitación de Susana, la nena estaba intentando comunicarse con alguien. Ahí es que primero le corta el cuello y después le da varias puñaladas”.

El ex compañero de celda dedujo que afuera del departamento se encontraba el cómplice: “Calculo que en ese momento ingresa y fue él quien revisó toda la casa buscando plata. Quiroga me dijo que se llevó 1700 pesos y que con parte de esa plata se fue de putas y el otro se tiene que haber llevado la misma cantidad”. El relato consta de catorce carillas y da cuenta que en la masacre hubo un solo autor material: “Yo pienso que Videla debe haber entrado cuando Quiroga le avisó que ya había hecho todo”, dijo Devito. Y también explicó que para él la marca de media zapatilla en el lugar de los hechos puede pertenecer a Videla.

Con estos datos la Fiscal Ana Medina podría llamar a prestar declaración indagatoria a Marcelo Tagliaferro, que podría haber visto esa noche a Videla y no a Martínez, como él mismo declaró. Luego, habrá que cotejar si Videla y Martínez son parecidos y si eso pudo haber generado una confusión.

Mensajes y llamadas

Quiroga, de profesión albañil y que había realizado trabajos en la casa de las víctimas, aseguró que Martínez fue quien ultimó a golpes y cuchillazos a las cuatro mujeres y que al momento de retirarse de la vivienda lo amenazó con matar a su familia si contaba lo sucedido la noche del 27 de noviembre. La prueba más contundente sobre Quiroga es un ADN encontrado en las uñas de Bárbara, lo que habría indicado la resistencia de la víctima cuando fue atacada a cuchillazos.

Contrariamente a lo dicho por Quiroga, Martínez se proclamó inocente, dijo que en la noche del crimen permaneció en su casa de Melchor Romero mirando una película y que luego se durmió, versión que la justicia de Garantías creyó, por lo que dispuso su liberación el 26 de septiembre.

El fallo que lo benefició dio por cierta una presentación de la defensa del imputado en la que, según un informe técnico realizado por la empresa Movistar sobre el celular de Martínez, la noche del crimen el joven se encontraba en su domicilio, desde donde envió mensajes y realizó llamadas

La Sala III de la Cámara de Apelaciones y Garantías platense rechazó los pedidos de sobreseimiento de ambos imputados y confirmó el juicio oral, al que Martínez llegará en libertad, mientras que el otro imputado, Quiroga, lo hará detenido.

(InfoGEI) jd

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