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Complicadas. Así quedaron las monjas del monasterio de General Rodríguez, al menos una, la hermana Inés, que tras la aparición de un video en que se la puede ver ayudando a José López ingresar los bolsos con dinero, fue citada a indagatoria.

Según publica La Nación, José López llegó a las puertas de la cocina del convento de Nuestra Señora de Fátima, de General Rodríguez, a las 3.02 de la madrugada del 14 de junio.

Llevaba una mochila y dos bolsos con dinero. Tocó el timbre, pero las monjas no le abrían. Dejó apoyado en el piso, a un lado de la puerta, su fusil ametralladora calibre 22 e insistió con el timbre.

Caminó hacia un costado y a otro y trajo otros dos bolsos. A las 3.11 una de las hermanas se asomó por la ventana junto a la puerta, corrió la cortina y le abrió. Comenzó a meter en la cocina los bolsos con dinero de a uno, pero dejó el arma afuera.

Esas imágenes de los videos de las cámaras de seguridad del convento, que secuestró la Justicia y Telefé puso al aire anoche, convencieron al fiscal federal Federico Delgado de que las religiosas del convento son sospechosas de encubrir por tratar de ayudar al ex secretario de Obras Públicas a esconder su fortuna.

El video pone en duda, además, la versión oficial de las autoridades de la policía bonaerense sobre la detención de López.

Primero se dijo que lo habían esposado mientras arrojaba los bolsos por encima del cerco exterior del convento, poco después de las 4 de la mañana.

Pero ahora se ve en las imágenes que López está en el interior de la cocina del convento hasta las 4.40 de la madrugada y que sale del lugar en libertad, y con una bolsa de scones en la mano que tomó de la cocina.

Los agentes comenzaron a interrogarlo con los datos que le había dado Jesús, el vecino productor de pollos que llamó al 911 para decir que había una persona arrojando bolsos por encima del cerco exterior empezaron a sospechar.

Intuyeron que estaba ocultando algo. Así, a las 4.48 de la mañana, los policías -según muestra el video- llegaron a la puerta de la cocina del convento donde antes había estado López.

Vieron el arma en el piso y tocaron timbre. Cuando las monjas les abrieron se encontraron con los 9 millones de dólares. En el interior del convento había tres religiosas: Alba, la mayor de ellas que estaba en cama y con una vía de suero porque estaba enferma; la hermana Inés, y otra religiosa más joven.

Si no se hubieran encontrado con López a la salida, nunca habrían regresado ni descubierto el dinero que las monjas ya habían guardado en el interior del edificio religioso.

Por eso, siempre según La publica La Nación, el fiscal Delgado sospecha que las religiosas trataron de ayudar al ex funcionario escondiendo los casi 9 millones de dólares que llevaba encima.

Las monjas dijeron en su momento que le abrieron la puerta a López y que pensaban que les traía comida, como en otras ocasiones, pues el ex funcionario y su esposa eran asiduos visitantes.

Delgado solicitó además que la madre Alba Día de España Martínez Fernández, quien hasta ahora se creía que no podía valerse por sí misma por problemas físicos, sea sometida a una serie de estudios médicos para determinar cuál es su estado real de salud.

«Las monjas no se limitaron a monitorear la llegada de López al convento, también lo recibieron y ayudaron a ingresar el dinero a la casa. Se manejaron con mucha tranquilidad teniendo en cuenta que a centímetros de la puerta había un fusil apoyado en el piso de la galería», precisó el funcionario judicial.

El titular de la Fiscalía Federal N° 6 corroboró las llamadas entrantes y salientes de los dos teléfonos celulares que tenía la mano derecha de Julio De Vido la madrugada que fue detenido.

Allí surge que López mantuvo un diálogo fluido con su mujer, María Amalia Díaz, quien presuntamente estaba al tanto de los movimientos para esconder el dinero. Es por ello que Delgado también solicitó la indagatoria de la esposa del funcionario tucumano.

Latecla.info

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