Cada vez que El Diario ha detectado la presencia de residuos en zonas en las que no corresponde que los haya, lo ha denunciado. Otra vez debemos mostrar lo que ha sucedido cerca del cruce ferroviario existente en calle Teófilo Rosell sobre la que ya hay desperdicios de ambos lados de las vías del tren.

En ese lugar, los desaprensivos de siempre, los que no guardan el mínimo respeto por las personas, niños incluidos por supuesto, que habitan a escasos metros, decidieron depositar sobre el suelo todo tipo de desechos.

Las fotos muestran ramas, elementos de electrónica y hasta, increíblemente y dolorosamente, un perro muerto al que su dueño o quien haya sido ni siquiera tuvo la delicadeza de enterrar y decidió arrojarlo a cielo abierto, entre desperdicios en el sitio mencionado.

Si bien ya hay varios residuos, se está a tiempo de hacer una limpieza y establecer algún tipo de vigilancia y sanciones para evitar el crecimiento que, como sucede habitualmente, se prevé.

El Diario de Baradero

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