Cualquiera que haya visitado la hermosa ciudad costera de Miramar, habrá comprobado que en ese lugar y pese al tránsito que se da en épocas veraniegas, no hay un solo semáforo. No obstante ello, los rodados circulan con comodidad y los peatones se desplazan sin problemas. Puede decirse que cada sitio posee una realidad distinta y es verdad, pero también lo es que algunos de los semáforos que tenemos en Baradero a veces complican lo que debieran solucionar.
Durante los fines de semana en especial, se incrementa la cantidad de vehículos que circula por calle Anchorena y, teniendo en cuenta que en las dos cuadras remodeladas se ha estrechado el paso debido a los canteros, y que en el tramo de dicha calle que va desde Malabia hasta Medrano debe estacionarse a 45°, hay un inconveniente.
El semáforo ubicado en el cruce con Darragueira es el que dificulta la circulación ya que cuando habilita el paso de los vehículos que por la citada calle ruedan, por lógica razón frenan los que lo hacen por Anchorena; como éstos vienen en fila de uno en fondo porque el ancho de la calle no lo permite de otra manera, la larga cola que se forma, por momentos llega hasta el cruce con Santa María de Oro donde hay otro semáforo que, en esas ocasiones resulta poco menos que inútil pues el tránsito por Anchorena queda trabado y entonces la única posibilidad, quiérase o no, es continuar por Oro si no se desea estar detenido esperando en el embotellamiento que se forma. En la foto se observa lo que ocurría en el atardecer del sábado último cuando la fila iba desde Oro hasta Darraguerira.
La cola, la traba de autos y demás genera impaciencia, dispendio de combustible en épocas que no resulta para nada económico y contribuye a la contaminación de la zona más concurrida de la ciudad.
Todo podría solucionarse si, a partir de una hora determinada del atardecer, el semáforo de Darragueira y Anchorena funcionara con luz amarilla intermitente, con más razón si se observa que, contrariamente a lo que sucede en Anchorena, declina la circulación por Darragueira y, en ocasiones, la fila de Anchorena se detiene para que solamente cruce un auto.
Lo que se plantea ocurrió forzosamente durante algunos días en los cuales el artefacto debía ser reparado demostrándose que la alternativa es de posible cumplimiento y, esencialmente, benéfica. Restaría que personal técnico regule las luces para que así operen y los resultados serían los que todos deseamos.

El Diario de Baradero

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