Los especialistas aseguran que se trata de una enfermedad «rodeada de preconceptos y mitos que confunden y condenan». En la actualidad, el 50 por ciento de los casos de cáncer tiene posibilidades de cura, y hasta el 90 por ciento si se detecta a tiempo. Para María Viniegra, coordinadora técnica del Instituto Nacional del Cáncer (INC), una posible explicación al estigma que rodea a la enfermedad es la «desproporción entre la mejora de la capacidad médica para controlar esta patología y la capacidad para comunicar esos avances». Al respecto, la especialista señala que la idea del INC y del Ministerio de Salud de la Nación «es trabajar sobre las falsas creencias que tienen las personas y despejarlas a través de información adecuada y precisa», y recuerda que en la actualidad «muchos tipos de cáncer pueden prevenirse y otros, detectados a tiempo y tratados de manera adecuada, se pueden curar».

Según las últimas estadísticas, el cáncer de colon, si se detecta de forma temprana, puede curarse en un 90 por ciento de los casos. «Está dejando de ser mala palabra», sostiene Carlos Silva, médico oncólogo, jefe del servicio de Oncología Clínica del Hospital Británico y del servicio de Oncología del Hospital Universitario Austral. Por ejemplo, «el 50 por ciento de las mujeres a las cuales se les detecta cáncer de mama, se curan». No obstante, el experto también hace hincapié en que, aun conociendo los mecanismos biológicos de la enfermedad, y por ende pudiendo hacerle frente de mejor forma que hace algunos años, es imprescindible controlarse para poder detectarla tiempo, dado que los tumores de menos de un centímetro de tamaño tienen hasta un 90 por ciento de probabilidades de curación.

«Es una de las enfermedades que culturalmente lleva el mote de trágica. Si pregunto qué tiene más posibilidades de cura, si el cáncer o la hipertensión, la mayoría me diría la hipertensión, y eso es falso», asegura Eduardo Cazap, presidente de la UICC y miembro del Consejo Ejecutivo del INC, en diálogo con Tiempo Argentino. El especialista explica que, gracias a los últimos avances de la medicina, se ha generado un cambio radical en los índices de «curabilidad». «En 1950, hablábamos de un 20 por ciento de posibilidades de cura, y en 2013, hablamos de más de un 50 por ciento. Se debe desmitificar al cáncer como sentencia de muerte», destaca Cazap.

Por su parte, el ministro de Salud de la Nación, Juan Luis Manzur, explica que «el cáncer ha ocupado la escena desde los inicios del siglo XX y se ha instalado como una enfermedad estigmatizante, sobre la que pesaba la carga de ser ineludiblemente fatal. En la segunda mitad del siglo hubo un progreso muy importante en términos de la salud pública y la medicina, que llevó a que muchos tumores se pudieran detectar y tratar de manera eficaz, produciéndose una significativa reducción de la mortalidad».

El cáncer se origina cuando las células, en alguna parte del cuerpo, comienzan a crecer sin control. Existen muchos tipos de tumores, y un 75 por ciento se relaciona con factores externos o hábitos de comportamiento, es por ello que se trata de una enfermedad que «debe incumbirle a todos», según señala Cazap, que agrega: «El tratamiento del cáncer no corresponde sólo al área de salud. La educación es fundamental, porque el conocimiento es la mejor herramienta. Si la enfermedad se convierte en un tabú, no se puede combatir».

Existen dos grandes campos de intervención en el control del cáncer: la prevención y promoción de la salud, es decir las políticas y acciones individuales destinadas a reducir la cantidad de casos, y la detección temprana.

«Hoy se sabe que uno de cada tres cánceres puede prevenirse, porque son producidos por factores de riesgo que se pueden controlar», destacó Viniegra. Es el caso del tabaquismo, el consumo de alcohol, el sedentarismo, las dietas ricas en grasas, el exceso de peso y la contaminación ambiental.

El otro campo en el que también hay una ventana de oportunidad para reducir la mortalidad por cáncer es la detección temprana. «Hay tumores que no se pueden prevenir o son poco prevenibles, pero detectados a tiempo se pueden curar de forma eficaz y con menor agresión médica», agrega Viniegra.

Silvia Garsd es doctora en Psicología y cocreadora de la fundación de ayuda al paciente y su familia «Apostar a la Vida», que nació en el Hospital Ramos Mejía en 1993 y donde aún hoy tiene sede. La experiencia con los diferentes grupos demostró que «los pacientes arrastran el cajón, muchas veces se sienten muertos en vida. Pero también arrastran mitos, creencias, ignorancia. Las emociones cumplen un rol fundamental en la curación. Si se piensa en la muerte como destino final, se desmorona la lucha, la psicológica y la del sistema inmune», explica Silvia, y destaca la importancia de la ayuda grupal. «A vivir se aprende. Porque no hay mucha vuelta: o te quedás de rodillas, o te parás y luchás. Pero no en contra del cáncer, sino a favor de la vida.»

Mamas y próstata

En la Argentina, el cáncer de mama es el de mayor prevalencia en las mujeres, con una tasa de 74 casos por cada 100mil. En los hombres, el cáncer de próstata y el de pulmón prevalecen con 58,4 y 33,7 por cada 100 mil, respectivamente, publicó Tiempo Argentino.

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