El 14 de Junio de 1928, nacía en Rosario, Argentina, uno de los personajes mas influyentes del siglo XX, cuya imagen amada y odiada, representa las utopías en la primavera del pensamiento de los ’60, ese día veía la luz, Ernesto Guevara. Nacido en el seno de una familia aristocrática de la clase alta Argentina, se cree que en realidad nació el 14 de Mayo y se adultero el acta para ocultar que la madre, Celia de la Serna se había casado estando ya embarazada, por ello había permanecido oculta en Caraguataý, en una de las estancias dentro de las plantaciones de yerba mate que los Guevara Lynch poseían en Misiones. Viajando en barco a Buenos Aires para dar a luz, el parto se adelantó, por lo que bajaron de urgencia en Rosario donde Ernesto nació en el Hospital Centenario. Instalados en el barrio de Palermo en Bs. As. a los 2 años tuvo su primer ataque de asma, por prescripción médica y sin impedimentos económicos los Guevara se trasladaron a Alta Gracia, provincia de Córdoba, allí permanecieron los siguientes 17 años, hasta que en 1947 se traslada a Buenos Aires para estudiar medicina con su amigo Alberto Granados. En 1950 inicia junto a su amigo el primer viaje al norte del país, allí conoció las penurias de los pueblos indígenas Argentinos, comenzaría a abrazar las ideas de Marx y Nehrú, de regreso comenzó a especializarse en alergias y consiguió trabajo en la clínica del Dr. Salvador Pisani. En Enero de 1952 junto con Granados iniciarían el viaje que cambió sus vidas y el mundo, salieron de Córdoba a bordo de una moto a la que llamaron «La poderosa II», recorrieron Argentina hasta Bariloche, pasaron a Chile donde abandonaron la moto, siguieron a dedo y de polizones por Perú, Ernesto quedó indignado por las injusticias que encontraba paso a paso, decidieron quedarse a colaborar con el médico Hugo Pesce, quien los conduce en barco a Iquitos donde pasaron unos meses en el leprosario de San Pablo a orillas del Amazonas. En una balsa construida por los pacientes a la que llamaron «Mambo-Tango», llegaron a la ciudad de Leticia, de allí en hidroavión a Bogotá, finalmente llegaron a Caracas donde se separaron, Granados se quedo allí a trabajar y Ernesto regresó a Buenos Aires a terminar sus estudios. Ya recibido en 1953 realiza su segundo viaje con Carlos Ferrer, pasaron por La Paz, Cuzco, Machu Pichu, Lima, Guayaquil hasta la agitada Guatemala en proceso revolucionario del cual Ernesto aprendió muchísimo. Llegado a México, Ernesto conoce a Fidel Castro recientemente liberado y a un grupo de cubanos que planeaban llevar a cabo una liberación revolucionaria, nacía el movimiento «26 de Julio». Luego de años de preparativos, en Noviembre de 1956 a bordo del «Granma», 82 hombres llegaron a las costas cubanas, encallaron, perdieron casi todas las armas y medicinas, fueron divisados por militares, en el ataque la mayoría fue detenida y fusilada, luego de dispersarse solo 12 se salvaron al internarse en la «Sierra maestra». Luego de un comienzo precario fueron recibiendo apoyos y adhesiones de empleados rurales y tras dos años de entrenamientos el 28 de Diciembre de 1958, junto con Fidel Castro, Raúl castro y Camilo Cienfuegos inició el ataque final, allí comenzaría la otra vida de Ernesto, pero esa es otra historia.

El 14 de Junio de 1986, en Ginebra, Suiza, moría el mas grande exponente de la literatura Argentina, ese día se apagó la vida de Jorge Luis Borges. Con una ausencia total de dogmatismo, se movió entre ensayos breves, cuentos y poemas, abordando dramas teológicos, locaciones novelescas, utopismo, divertimentos matemáticos, historias universales y falsos recuerdos, todos con una elegante cadencia, admirable poesía y haciendo honor a la lengua Española. Nacido en Agosto de 1899 en Buenos Aires con el nombre de “Jorge Francisco Isidoro Luis Borges”, creció en Palermo aunque según él decía, se crió en la biblioteca de su padre de la que no recordaba haber salido nunca, a los 4 años ya sabía leer y escribir, a los 6 comenzó a estudiar inglés, en ese idioma, y con solo 9 años, escribió un ensayo sobre mitología Griega y tradujo libros de Oscar Wilde. A los 9 años comenzó su educación formal, para él fue una tortura, ningún compañero quería de amigo a un niño aseado, rico, con anteojos, que no practicaba deportes y que era un sabelotodo, en 1914 su padre comenzó a quedar ciego por lo que debió abandonar su trabajo como profesor y para tratarse se mudaron a Ginebra, Suiza, país neutral en la primera guerra mundial, allí Borges estudió francés y cursó el bachillerato en el Liceo Jean Calvinm donde sus compañeros, también extranjeros, no solo no se burlaban de su aspecto y tartamudez, sino que lo admiraban. Terminada la guerra se trasladaron a España donde logró publicar algunos relatos en periódicos literarios, en 1921 regresaron a Buenos Aires donde lo esperaba un amigo de su padre, el escritor Macedonio Fernández, en esta etapa afianzó su relación con la ciudad de Buenos Aires, andándola y desandándola, idealizándola y desarmándola, ya asentado en el mundo literario Argentino, junto con Ricardo Güiraldes fundó la revista “Proa” y editó su primer libro formal “Fervor de Buenos Aires”, durante los siguientes 30 años fue la cara mas visible de la vanguardia porteña y trabajó estrechamente con grandes de la escena cultural, Ulises Petit de Murat, Xul Solar, Victoria Ocampo y su gran amigo Adolfo Bioy Casares, esta sería su etapa mas prolífica. Con el triunfo de Perón en 1945, Borges perdió su concentración literaria, se paso casi una década ejerciendo el papel del antiperonista ilustrado desde las tribunas universitarias, en 1955 la revolución libertadora que derrocó a Perón le abrió a Borges puertas antes cerradas, fue nombrado Director de la Biblioteca Nacional, cargo que llevó por 18 años, por sus agrias críticas al peronismo nunca pudo llevar una buena relación con Ernesto Sábato, Borges vio degradarse físicamente por lo que decidió que no sería un espectáculo nacional y se trasladó a Ginebra donde se caso con su ex alumna y ex secretaria María Kodama. A lo largo de su vida recibió una cantidad inmensurable de reconocimientos y premios, salvo uno, el Nobel de Literatura, tema que esquivaba, murió en Ginebra a la edad de 86 años.

El 14 de Junio de 1940, en uno de los acontecimientos mas importantes de la Segunda Guerra Mundial, la Wehrmacht, fuerzas armadas unificadas de la Alemania nazi, tomaban la ciudad de París. Desde que en Septiembre de 1939, Alemania consumó la ocupación del territorio polaco, Francia sospechaba que sería el siguiente objetivo de Hitler, y no se equivocaba, por ello solicitó a Inglaterra que la ayude con el envío de tropas y divisiones motorizadas. Sin mucho entusiasmo, Churchil accedió, junto a las divisiones blindadas francesas fueron ubicadas a lo largo de la «Linea Maginot», frontera Franco Alemana desde el fin de la Primera Guerra Mundial. Hitler ordenó a sus generales que prepararan una ofensiva en el frente occidental, estos prepararon el «Plan Amarillo», mucho menos ambicioso que las intenciones de Hitler, luego de posponerlo por la campaña de Escandinavia, la ofensiva se lanzó el 10 de mayo de 1940. La avanzada era compuesta por 141 divisiones de infantería, 4020 aviones y un cuerpo de blindados, pero no avanzaron rompiendo la Linea maginot, sino que avanzaron por Luxemburgo, Bélgica y el sur de Holanda. Como no eran el objetivo de Hitler y para evitar una matanza, luego del bombardeo de Rotterdam, los tres países decidieron no oponer resistencia y capitulan, por ello las tropas alemanas llegaron rápidamente a la frontera francesa. Las tropas alemanas llegan a la costa del Canal de la Mancha y toman Dunkerque, esto provoca una evacuación masiva por mar de tropas aliadas, para complicar la situación, Italia declara la guerra a los aliados e invade Francia por el sur. En una acción desesperada, el primer ministro Paul Reynaud ordena una contraofensiva blindada a cargo del entonces Coronel De Gaulle, pero fue aplastada por la Wehrmacht. El pánico se apoderó de la población de París que comenzó a huir en grandes columnas hacia el oeste. Finalmente el 14 de Junio, casi sin oposición, las primeras divisiones alemanas ingresaron a París, para evitar ser perseguidos los civiles se acercaron a las avenidas para ver el ingreso y recibirlos con frialdad y respeto, pero los llantos se multiplicaban por el impacto que provocaba ver como se retiraban las banderas francesas de los mástiles y en su lugar ver flamear la cruz esvástica. El gobierno y los principales cuadros militares huyeron al exilio por lo que fue inevitable la capitulación francesa el 22 de Junio, al día siguiente Hitler visitó la ciudad, comenzaba el tiempo de la resistencia.

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