El bachillerato pone fin al Polimodal

La presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, anunció la reforma de la escuela secundaria. Lo hizo junto al ministro de Educación, Alberto Sileoni, en la Casa de Gobierno. Los cambios significan el fin del polémico polimodal, establecido por el menemismo en la década del noventa. El nuevo esquema prevé pasar a un bachilerato general, el que tendrá diez orientaciones.

Las modificaciones comenzarán a regir en marzo y repercutirán en 3.600.000 alumnos –un millón que va a colegios privados y los 2.600.000 que asisten a escuelas públicas– y busca atraer a los 550.000 jóvenes y adolescentes de 12 a 19 años que abandonaron su secundaria. El total de inversión será de 2.132.700.000 de pesos, inversión que está contemplada en el presupuesto aprobado por el Congreso el año pasado.

Los especialistas en Educación aseguran que la reforma es “auspiciosa” y que pone en agenda el controvertido tema de la escuela media, que es obligatoria desde 2006.

Sin embargo, sostienen que las políticas públicas precisan de planes a largo plazo y no “parches” para cubrir los graves problemas que tiene la escuela media en la Argentina. “Hay que tener un buen plano para construir toda una casa. Esta secundaria, tal como está, es un desastre. Les otorgo el beneficio de la duda, para darles un tiempo de saber si esto será una reforma en serio o sólo parches”, reconoció la directora de Educación de la Universidad San Andrés, Silvina Gvirtz.

Los cambios fueron consensuados, durante los últimos meses de 2009, por los veinticuatro ministros de Educación de las provincias, que firmaron tres documentos durante sus reuniones en el Consejo Federal.

La secundaria volverá a tener entre cinco y seis años de cursada, de acuerdo con lo que determine cada una de las provincias. Cadadistrito podrá optar entre dejar el séptimo grado de la primaria o convertirlo en el primer año del nivel medio.

La propuesta es abandonar el Polimodal instaurado durante los años noventa y volver a una secundaria que dará el título de bachiller en cinco o seis años, con diez orientaciones posibles: ciencias sociales y humanidades, ciencias naturales, economía y administración, lengua, arte, agro y ambiente, turismo, comunicación, informática y educación física. Los chicos podrán elegirlas en la especialización de cuarto año.

En el anuncio estuvieron desde Gastón Pauls y la Tigresa Acuña hasta los ex ministros de Educación Daniel Filmus y Juan Carlos Tedesco. La antigua Ley Federal de Educación permitió una gran dispersión y la idea de esta reforma es unificar criterios con todas las provincias, como en el caso de aquellas que contaban con diecisiete asignaturas y que ahora tendrán sólo diez. Se prevé también que se intensifique la enseñanza de Lengua, Matemática y Lengua Extranjera.

INCLUSIÓN. El nuevo sistema de enseñanza media también prevé un plan de mejoras para aquellas escuelas en riesgo educativo. Son 3.780 de las 10 mil secundarias públicas que existen en la Argentina. Apunta a que esos establecimientos –que tienen altos porcentajes de ausentismo, repitencia o abandono– puedan contar con el apoyo de tutores, facilitadores y horas de apoyo extraescolar para que los alumnos puedan rendir las materias que deban o se haga un seguimiento de esos chicos. Sileoni insistió que “es la primera vez en el país que se pone en marcha una política para lograr cambios sustantivos en este nivel”.

Otra de las novedades será que cada escuela tendrá la responsabilidad de analizar su rendimiento y de definir de qué modo trabaja el tema del abandono escolar y determinar metas para resolverlo.

REPERCUSIONES. Cristián Pérez Centeno, director durante quince años de secundarias y profesor de Planeamiento y Gestión de Políticas Educativas en la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref ), opinó que los objetivos son “correctos” y que están en línea con los documentos de inclusión educativa que presentó la Unesco: “Las medidas y los objetivos son correctos; lo que se plantea como una preocupación es si los niveles de inversión crecen y se sostienen a lo largo del tiempo. Las medidas son beneficiosas en términos generales de políticas de educación, pero tampoco se puede esperar todo de ellas. Sin una clara visión inclusiva, puede haber más alumnos dentro del sistema, pero que esa educación que reciben no les sirva para nada, que la escuela funcione como un contenedor social y no les cambie la situación a los sectores marginados”. El rector de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) y consultor de la Unesco, Edgardo De Vicenzi, reconoció que el cambio que se necesita es de contenidos y que “no pasa por la cantidad de años de cursada ni cómo se articulan los ciclos”.

En tanto, la directora en Educación de la Universidad Torcuato Di Tella, Claudio Romero, opinó: “Hay una nueva metodología para producir cambios en educación, que respeta la autonomía de la escuela y reconoce el poder que tienen para generar sus propias mejoras. Esto tiene sentido si hay apoyo y supervisión concreta, porque si no será más de lo mismo”.

EL POLÉMICO EJEMPLO CORDOBÉS. El 12 de febrero pasado, el Ministerio de Educación de Córdoba determinó que los estudiantes de sus secundarias puedan llevarse hasta tres materias previas a marzo, en lugar de las dos asignaturas que podían adeudarse hasta ahora durante los exámenes de febrero y marzo.

“Esta es una oportunidad que les demandará esfuerzos, la idea no es facilitarles ni regalarles nada. Nuestra apuesta es a la inclusión de los alumnos dentro de la escuela, exigiéndoles que aprendan”, reconoció la secretaria de Educación, Delia Provinciali. Los datos del mismo Ministerio reconocen que de los 280 mil alumnos que cursan en las escuelas medias de la provincia, entre el 45 y el 48% no termina a tiempo su secundaria. La medida comenzará a regir este mismo año.

La medida es controvertida, ya que muchos la critican por flexibilizar las exigencias para bajar la deserción.

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