Vino el presidente Mauricio Macri a Bahía. Hicieron un acto despidiendo a uno de los buques regasificadores que había en la Argentina: Bahía Blanca tenía uno en su puerto de aguas profundas. Dijeron que ahora se produce desde Vaca Muerta y que el buque es parte del despilfarro. Dijo lo que muchos repetidores en las redes parafrasean: que el gobierno anterior hizo creer que la energía era gratis y que podíamos consumir todo lo que quisiéramos. Y también dejó entre líneas la idea de que «antes» se gastaba en eso pero ahora ya no, y que con eso se podrían hacer otras obras, que no anunció.

Muchos creen que este gobierno dejó de dar subsidios a las grandes empresas y que por eso hoy pagamos lo que pagamos. Muchos saben que ya no es necesario importar energía y creen que es porque ahora somos más productivos. Nada más lejos de la realidad.

El gobierno anterior subsidió los servicios para que hubiera más consumo, elevar la demanda agregada y consecuentemente, que aumentara la producción de PyMEs y el empleo que generan las mismas. Así ocurrió.

El gobierno actual sigue subsidiando los servicios a pesar de las tasas que pagamos, porque los pusieron a precio internacional. ¿Por qué poner a precio internacional algo que es nuestro y que puede y debe ser utilizado en beneficio del pueblo? Para enriquecer a Mindlin, Rocca y a un puñadito más, que se llevan no sólo todo lo que con tanto esfuerzo pagamos, sino, además, los cuantiosos y ridículos subsidios que les da este gobierno y de los que nadie habla. Obviamente, muchas PyMEs a esas tasas ya no pudieron pagar y tuvieron que cerrar, y desde el gobierno se les dice que si no pueden pagar el «verdadero» precio de los servicios, es porque la empresa no sirve. Es decir, los insultan en la cara.

También, Macri se vanaglorió con los dos aumentos de producción existentes e infló el pecho, pero no dijo que provienen de obras iniciadas e impulsadas por “La Chorra”: Vega Pleyade y Vaca Muerta, esta última, posible gracias a la recuperación de YPF.

Y lo más grave no es todo lo anterior, que es facílisimo de desmentir (INDEC, OETEC), lo más duro, es que podemos despedir al buque porque el consumo ha bajado drásticamente por las 7000 PyMEs que se fueron a la quiebra en los 3 años de gestión macrista. La contracara del relato es que ya no necesitamos importar ningún tipo de energía porque cada vez hay menos industria. El consumo industrial bajó en todas las ramas, es decir, no hay un solo sector de la producción que no haya sido perjudicado. En las casas, ni lo explico porque ustedes, ya lo saben.

Macri habló “del enorme daño que generó el no poder vivir con nuestra propia energía”. Para él no es dañino que a las familias no les quede un centavo para consumir, que haya bajado el consumo de carne y leche, es decir, que los más pobres hayamos vuelto a los fideos y el arroz y que hayan cerrado empresas medianas y pequeñas, es decir, empresas creadas a pulmón por cada argentino.

El olor a podrido que caracteriza a la ría no es nada comparado con la cloaca que forman Macri, Gay e Iguacel, a quiénes, por cierto, no los fueron a saludar ni los viejos chupamedias de siempre.

A Mindlin le debo la financiación de la charla que me hizo “conocida”. Sueño devolverle, algún día, la gentileza.

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