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En su primer día de ventas, la nueva estrella en el universo Apple, la tableta electrónica iPad, despachó 300.000 ejemplares. Además, se descargaron un millón de programas del sitio de aplicaciones de la compañía (AppStore) y 250.000 libros electrónicos del debutante servicio iBookstore. Así, y al menos en este aspecto comercial, derrotó al iPhone, con el que inevitablemente se la compara.

Hasta sus primeros accidentes parecen calcados de la historia del iPhone. El sábado, un día después del lanzamiento, ya se había demostrado que es posible desbloquear la iPad para sortear las restricciones que Apple impone respecto de qué programas se pueden instalar.

El segundo traspié fue un poco más violento. La gente de iFixit desarmó una de las tabletas y documentó todo el proceso y los componentes en fotos. Para visitar esta autopsia informática a la que el sitio ya nos tiene habituados hay que visitar http:// www.ifixit.com/Teardown/iPad-Teardown/2183/1

El tercer accidente de la iPad fue, sin dudas, el más catastrófico, aunque no el más inesperado. Como hizo antes con el iPhone, el fabricante de electrodomésticos Blendtec licuó (literalmente) una de las tabletas electrónicas y puso el video en su sitio. El grado de violencia insensata sobrepasó todo límite: como el equipo no cabe entero dentro del vaso de las licuadoras, el presentador debió partir a la mitad la iPad antes de poder dar rienda suelta a la masacre digital. Lo hizo con la tableta funcionando, y hay que reconocer que la pantalla seguía operando a pesar de que la iPad estaba casi completamente destruida ( www.blendtec.com/willitblend/videos.aspx?type=unsafe&video=ipad ).

Las reacciones han sido de lo más variadas, como también ocurrió con el iPhone. Para algunos, es otra revelación del genio creativo de Apple. Para otros, una pérdida de tiempo y dinero. En los hechos, no hay mayor diferencia entre la iPad y el iPod Touch que el tamaño y la capacidad de cómputo. Es más, las 140.000 aplicaciones sobre las que en Apple se insiste para promover las ventas de la iPad están diseñadas para la pequeña pantalla del iPod Touch o el iPhone. En la tableta se ejecutan al tamaño normal o pueden ampliarse para que lo hagan a pantalla completa, lo que resiente la calidad de muchos de estos programas. El número de aplicaciones nativas para iPad, hoy, es mucho menor.

Factores en contra

Aunque la iPad se vende como una computadora personal sin teclado físico, basada en una pantalla sensible al tacto, las principales críticas que se le hacen son su incapacidad para ejecutar más de una aplicación de usuario al mismo tiempo (multitarea) y la falta de una cámara de video para videoconferencia. Estas características están presentes en cualquier netbook de menos de la mitad del precio de la iPad. Su teclado en pantalla también ha sido objeto de críticas, confirmadas en algunas de las reseñas que ahora, con el equipo disponible, empiezan a aparecer.

Esta apuesta de Apple no parece destinada al superpoblado mercado de las computadoras para productividad, donde las tablet ya fracasaron y las netbook reinan, sino al consumo de libros, revistas y películas. Aunque es más pesada que el Kindle de Amazon ( www.amazon.com ), su pantalla LCD a color y su velocidad pueden replantear todo el escenario de las publicaciones electrónicas y darle un impulso inesperado al mercado editorial. En potencia, ése es el significado detrás de las notables cifras de venta del primer día de la iPad en el mundo real.

Fuente: La Nación.com

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