Frente a la Plaza Colón, sobre la calle Anchorena, existe un lugar en el que tiene su sede una empresa de asistencia médica de urgencia. Como resulta natural, esa empresa cuenta con una ambulancia que para facilitar la importante tarea que allí se lleva a cabo, tiene un lugar asignado para que pueda estacionarse sin inconveniente. El sitio, delimitado visiblemente mediante la clásica pintura amarilla, tiene además un cartel ubicado sobre la vereda, que expresamente señala que no está perimitido estacionar pues ese lugar es para que lo utilice la ambulancia, cartel que, si bien se mira una de las fotos, quedó justo frente al parabrisas de la camioneta mal estacionada.
El domingo último, en las primeras horas de la tarde, llegó al lugar mencionado una camioneta Volkswagen Amarok, color gris metalizado, que sin importar a su conductor ni una sola de las señales, quedó estacionada ocupando parte del lugar asignado a la ambulancia.
Si bien bajo ningún punto de vista se admite un hecho de ese tipo, puede llegar a tolerarse, comprenderse, que la persona que estacionó allí la Amarok bajó a hacer algún trámite rápido que pudo llevarle unos escasos minutos. No fue así, dando muestras de una conducta totalmente desaprensiva, el conductor dejó el rodado en ese lugar durante un lapso de más de tres horas obligando a la ambulancia a ubicarse a 45º, como se aprecia en las fotos, cuando el espacio que tiene asignado le permite estacionar en forma paralela al cordón a efectos de subir y/o bajar pacientes con mayor comodidad, pero que dadas las circunstancias, no pudo hacer.

El Diario de Baradero

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