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Rodrigo Alejandro Bueno nació el 24 de mayo de 1973 en Córdoba.  Desde niño mostró su pasión por el cuarteto, el ritmo musical que caracteriza a los cordobeses y que tuvo en Rodrigo uno de sus máximos exponentes.

Su primera aparición pública fue a los 2 años en un programa televisivo conocido como «Fiesta del Cuarteto», donde subió al escenario acompañado de Carlitos “La Mona” Jiménez.  A los once años debutó junto al grupo Chévere. A los doce años ingresó al grupo Manto Negro donde permaneció hasta los 17, cuando decidió comenzar su carrera solista. Así edita su primer disco, titulado «La foto de tu cuerpo» (1990), el mismo nombre que una canción compuesta a sus 15 años.

Luego de unos años de carrera musical, decidió viajar a Buenos Aires con el objetivo de llevar el cuarteto a todo el país, y así lo hizo. Ya instalado en la capital del país, presenta su segundo trabajo discográfico, llamado “Aprendiendo a vivir”.

Su ascenso a la fama fue meteórico. En pocos años se convirtió en uno de los artistas más queridos del país.  Con la canción “Lo mejor del amor” llegó a todos los rincones de Argentina. Se bailaba en las bailantas y en las fiestas de alta sociedad. Había conquistado a todos.
“Fue lo mejor del amor lo que he vivido contigo…” se convirtió en una de las frases cantadas que se repetían en radio, televisión, boliches e incluso en las calles, entonadas por los jóvenes, por los niños y por los viejos.

Poco antes de morir lanzó uno de los trabajos discográficos que lo consagrarían, “Rodrigo a 2000”, el disco más vendido del cantante, cuyas canciones como “Yerba Mala”, “Como le digo”, “Soy cordobés”, “Amor Clasificado”, “Que Ironía”, entre otras sonaron en todo el país.
Cuando Rodrigo estaba en la cúspide de su carrera, un fatal accidente automovilístico le quitó la vida.

En las primeras horas del 24 de junio del 2000 se anunciaba la muerte de Rodrigo, quien por entonces tenía 27 años. El país se conmocionaba ante tan triste noticia.

Ese mismo día, paradójicamente los tangueros volvían nuevamente a conmemorar la desaparición física de otro argentino: Carlos Gardel. Pero no fue el tango lo que sonó en las radios y canales televisivos del país ese día, sino la voz alegre de Rodrigo al ritmo del cuarteto.
Hoy cumpliría 40 años y pese a su desaparición física, su música sigue intacta, alegrando cada fiesta y reunión familiar a lo largo y a lo ancho del país.

Su carisma, su espontaneidad, su faceta de músico divertido, alegre y que hacía lo que quería, sus constantes cambios, que podían observarse incluso en el color de su pelo, hicieron que Rodrigo se convirtiera en un verdadero ídolo popular, y un mito que trascendió la muerte.

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1 COMENTARIO

  1. inolvidable realmente…no vi nunca una persona con un carisma semejante. Uno de los mayores ídolos de la argentina

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