En el año 2008, El Diario publicaba, una entre tantas del tema, una nota referida a la importancia de la forestación en nuestra y ciudad y en nuestro partido. En parte de esa nota se mencionaba lo que sigue a continuación.

«Durante el último fin de semana, El Diario hizo una nueva recorrida desde el balneario hasta Atanor y durante el largo trayecto (¿único en la zona?) pudimos comprobar un detalle importante, se notaba respeto y cuidado por los árboles que están creciendo.
«Respecto a la forestación, diremos que el año próximo quizás haya sectores que podrán ser habilitados al uso público puesto que las plantas han adquirido un tamaño que, en un año más, les permitirán sobrevivir a un eventual ataque de los animales sueltos que suelen andar por el sector. La alambrada, colocada desde un principio, al impedir la entrada de las bestias posibilitó el crecimiento de los árboles.
«Justamente, de árboles hablamos y de ellos tenemos algo para decir. Por un lado que, en ciertos casos, se los ve hermosos y se adivina cuál será el aspecto de nuestra costa cuando esas plantas adquieran su desarrollo pleno. Por otro lado lamentamos dos cosas, que alguna de las especies elegidas no hayan sido un acierto y no había que ser ni clarividente ni demasiado ducho en la materia para saberlo. Los sauces, tanto el álamo como el llorón, se han comportado como se esperaba y podríamos decir que las casuarinas también, o sea que mientras los primeros están rozagantes, las otras denotan sufrimiento, algunas están secas y, para que den una sombra que pueda considerarse como tal, habrá que esperar bastante más tiempo. ¿Para qué se eligieron variedades que no resultan eficaces a los fines deseados? No sería raro que en algunos sectores haya que recurrir a replantar y, en ese caso, lo mejor será colocar en el suelo algo probado y reprobado para la zona de la costa: sauce.
«En cuanto a los seibos puede decirse que es lo único verdaderamente censurable del trabajo de forestación. Se los fue a buscar a Ibicuy y mediante un canje de especies se trajeron a nuestra costa donde fueron sembrados pero, a diferencia de lo que se había hecho y bien, se los dejó desprotegidos y, como en la letra del famoso tango Viola mía, “hoy sólo queda el recuerdo de pasadas alegrías”. Es que el acierto del intendente pasa, más allá de forestar, por la protección y cuidado que se les brindó a las plantas sin lo cual muy pocas, quizás ninguna, hubiera resistido hasta hoy.»

En otras oportunidades, se hizo hincapié en la importancia de forestar Baradero a pleno y se mencionaba específicamente a las calles O’Roarke-Sáenz, bajada de San Martín y algunas otras barriales en las que la sombra de los fresnos, por ejemplo, resulta incomparable en estos días estivales.
Tanto insistir al respecto fue porque el arbolado urbano es algo de vital importancia para la calidad de vida de una población, pero ampliando la mirada, nos hallamos con que tal importancia se multiplica de manera extraordinaria hasta resultar de utilidad para la misma supervivencia del mundo. El portal TodoJujuy.com publicó horas atrás lo que sigue.

La reforestación masiva sería la clave para detener el cambio climático

Sin dudas el mundo vive una gran crisis climática y se buscan maneras para salir adelante. El calentamiento global preocupa fuertemente por las consecuencias que podría tener en la humanidad.
Ante esto, se realizan diversos estudios con el objetivo de saber cuál sería la forma de salir adelante y sanar al ambiente que tan lastimado está. La reforestación masiva sería el único recurso a mano.
Un estudio reciente asegura que reforestando una superficie importante del planeta se podría secuestrar dos terceras partes del dióxido de carbono que se genera en el mundo por las industrias existentes.
«Plantar árboles para salvar el planeta», es una teoría matemática de Tom Crowther, profesor del Instituto Tecnológico de Suiza. «La reforestación es por mucho la más poderosa solución planetaria que tenemos en la actualidad», indicó.
Según indicó en base a más de 80 mil fotos, hay en el mundo 900 millones de hectáreas que podrían ser claves para la reforestación. Esta debería ser estratégica y privilegiar especies nativas de cada región donde se instalen los árboles.
Crowther calcula que esto costaría aproximadamente 300 millones de dólares y apunta a la recuperación de biodiversidad en cada una de estas porciones de tierra. Estos bosques serían un aliado y no un enemigo de las comunidades. Ramiro Menacho – Portal TodoJujuy.com

El Diario de Baradero

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