La perra rescatista Jana, que se hizo muy conocida días atrás cuando se soltó un perro de la dueña de la casa allanada y la atacó, luego de que encontraran en la vivienda restos de sangre de una persona desaparecida, se recupera de sus heridas en esta ciudad. Su dueño, Francisco Gerber, y director de la ONG K 9, dialogó con El Eco de Tandil y dio detalles del apasionante trabajo que realizan en la organización que preside y que se dedica a la búsqueda de personas con perros.

Si bien Francisco tiene 23 años, su experiencia en la búsqueda de personas con perros es muy amplia. Comenzó a incursionar en el tema del adiestramiento de perros hace 10 años, por “curiosidad”, pero poco después descubrió el mundo del entrenamiento de los canes para búsqueda y rescate de personas.

“Me especialicé en eso, me capacité, fui bombero voluntario. Así continuó la carrera, fui de a poco aprendiendo y teniendo perros, preparándolos para trabajar”, contó.

La ONG

La ONG K 9 de Campana fue fundada el 30 de agosto de 2016 y al respecto, explicó que “yo tenía la perra operativa, me había mudado de una ciudad a otra, y vimos que estaba la problemática de que no había perros que buscaran personas desaparecidas, así que nos juntamos un grupo y decidimos fundar la ONG”.

Así fue que incorporaron voluntarios y formaron perros, “con los que en el día de hoy seguimos trabajando, ya va a hacer 3 años. Estamos continuamente activos, trabajando tanto dentro de Buenos Aires como en otras provincias, y también afuera del país”.

“Me gusta, me apasiona, y le dedico mucho tiempo por día para poder hacerlo”, expresó.

La historia de Jana

Contó que Jana, una labradora, nació en diciembre de 2013 y que él la tiene desde enero de 2014.

“La empecé a entrenar, le vi condiciones, la preparé para la búsqueda de personas desaparecidas, que es a lo que nos dedicamos nosotros”, señaló.

Y graficó que “las condiciones de un perro se ven de chiquito. A un perro se lo entrena jugando, es como la escondida nuestra, el perro tiene que encontrar un juguete con un olor determinado o que se lo asocia a una persona. A través del juego, el perro encuentra una persona y se lo recompensa siempre con juego”.

Asimismo, aclaró que “no es que el perro tiene que cumplir un horario porque es un perro de trabajo, la vida del perro de búsqueda es jugar”.

Hace tres semanas, Jana sufrió una agresión que le provocó graves lesiones y que tuvo mucha repercusión en los medios a nivel nacional. Fue en la localidad de Francisco Álvarez, en el norte de la provincia de Buenos Aires.

“Siempre nosotros colaboramos de manera voluntaria con la policía o con el Ministerio Público Fiscal, y nos llegó un oficio que necesitaban hacer un allanamiento. Después de que Jana encontró dentro de la casa que se estaba allanando una mancha hemática -la Justicia está investigándolo-, un perro de la propietaria de la casa se soltó y la atacó en dos oportunidades en el lapso de 4 ó 5 minutos, dejándola gravemente herida”, recordó.

Sucedió que Jana había marcado el lugar donde estaban las manchas hemáticas que fueron analizadas por Policía Científica y dio positivo de la persona que aún sigue desaparecida.

Luego, Jana fue asistida por un veterinario y se está recuperando de a poco. “Vine para Tandil justamente para descansar, y para que de a poquito, vuelva a empezar, vuelva a jugar”, sostuvo.

“Su juguete es su vida”

Francisco Gerber explicó que el trabajo que realizan va más allá de adiestrar a un perro porque deben preparase en todo lo que hace a los aspectos legales y en lo físico también.

“Una búsqueda o un allanamiento puede durar una hora, media hora, o tuvimos personas que están meses desaparecidas, y tenemos que ir muchas veces, así que hay que estar preparado en todo sentido”, resaltó.

Y contó que ya pasaron las cien búsquedas desde que se creó la ONG, con muchos casos que tuvieron repercusión nacional. Incluso, viajaron a Uruguay que fue la primera vez que una perra de búsqueda de restos cadavéricos de Argentina viajó a ese país.

“Su juguete es su vida, son perros que tienen devoción por su juguete y por su dueño. Son perros que terminan de trabajar y descansan, porque más allá del trabajo que hacen son mascotas también, parte de una casa”, señaló.

En cuanto a la cantidad de personas encontradas, estimó que en el último año fueron entre 10 y 20, algunas vivas y otras muertas.

“La especialidad de Jana es búsqueda por venteo de personas vivas y restos cadavéricos, eso se llama un perro versátil o con doble propósito, entonces nos convocan tanto para encontrar una persona viva, por ejempl, en un derrumbe, o una persona que está fallecida, en estado de descomposición de un mes, dos meses, con el tiempo que fuere que haya desaparecido”, sostuvo.

En tanto, indicó que tuvieron búsquedas que duraron meses o un año hasta encontrar a las personas desaparecidas o casos como un derrumbe de una obra en construcción en Campana, donde a los cuatro minutos encontraron tres cuerpos de los obreros que quedaron debajo de la estructura colapsada.

En la ONG tienen cinco perros preparados, cada uno en su especialidad, algunos buscan restos cadavéricos y otros, personas vivas por rastro específico.

Una tarea difícil

Al tratarse de una ONG, se financian por sí mismos, lo cual a veces hace difícil la tarea ya que en los últimos años se incrementó mucho el trabajo porque cada vez hay más personas desaparecidas, y los miembros de la asociación son pocos y tienen otros trabajos que son su sustento de vida, por lo cual no tienen disponibilidad full time.

Cada vez se está incrementando más el trabajo, eso nos lleva a tener más gastos, más logística, más desgaste de personal y perros, porque al ser voluntario, cada uno tiene su trabajo para poder vivir y además, tiene que hacer este trabajo complementario”, señaló.

Actualmente tienen entre 10 y 15 búsquedas por mes, mientras que en 2016 tenían alrededor de 30 búsquedas en el año, hoy ese número lo tienen en dos o tres meses.

“Entonces, capaz que de 12 horas de descanso que le quedan a una persona fuera de su trabajo tiene 8 en una búsqueda o quizás las 12. Nos pasó ir a trabajar con los perros a un allanamiento, a una búsqueda y sin dormir, irnos a trabajar”, explicó.

Y expresó que “personalmente es algo que me gusta mucho, pero a veces se complica. A veces te pasa de preguntarte busco a un nene desaparecido y falto al trabajo o qué hago. Nos pasa muy seguido”.

“Es un hobby como el que va a jugar al tenis, a nadar o que sale a andar en bicicleta. Nosotros trabajamos con perros, hacemos lo que nos gusta y a la vez, ayudamos a la sociedad”, resaltó.

Además de Jana, Francisco tiene a Uru, que es un labrador que hace búsqueda de personas vivas por rastro específico, y a Nerón que tiene la misma especialidad que Jana.

“Lleva tiempo el entrenamiento, es constancia, cada perro es diferente al otro, por más que sea de la misma raza. El entrenamiento es más o menos entre 18 y 24 meses, es intensivo, desde que nace hasta los 2 años, y a partir de ahí empieza su trabajo en situaciones reales”, explicó.

En cuanto a las búsquedas que lo marcaron, recordó que hace un año aproximadamente los convocaron para hallar a dos bebés de 6 meses y tras tres allanamientos, lograron dar con los cuerpos de los niños, que habían sido asesinados por el padrastro.

No obstante, no todos los casos son fatales, y han tenido búsquedas muy positivas en las que lograron salvar vida, lo cual es muy gratificante.

Se trató de una persona que “se había perdido y descompensado, estaba muy mal, hacía 24 horas que estaba en un campo, en el medio de la nada, y pudimos encontrarlo”.

El caso Bustamante

Recordó que cuando fue el caso de la desaparición de Jorge Bustamante, los convocaron a trabajar en Tandil.

“Yo venía siguiendo el caso. Normalmente, cuando sale en algún medio o nos avisan que una persona está desparecida, siempre seguimos el caso de cerca por si nos llegan a llamar, y ahí evaluamos la disponibilidad nuestra, si podemos ir, tanto en lo económico como en tiempo”, afirmó.

Y agregó que “un sábado a la noche nos llamaron de la Jefatura de Policía para ver si había posibilidad de que viajáramos a Tandil a colaborar con perros, ya habíamos armado la logística interna para viajar y a las horas nos avisaron que ya había sido encontrado”.

La recuperación de Jana

En cuanto a la recuperación de Jana, evaluó que “va bien, volvió a jugar, que es su entrenamiento, porque había quedado con mucho miedo. Hoy no sé si va a volver a trabajar, pero a un operativo real todavía no, creo que falta mucho”.

“Hoy no puedo asegurar que esté al ciento por ciento como venía trabajando, pero tampoco que no vuelva a trabajar, entonces es cuestión de tiempo. No tengo apuro, hoy en día lo importante es que juegue, que descanse, que sea perro. Seguiremos entrenando, y si no prepararemos otros perros y en mi casa ella será una mascota más”, expresó.

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