Por Darío Difalco

La noticia básicamente es: “Alumnos del colegio Marcos Sastre están limpiando y pintando los salones de la institución”.

Pero detrás de esas frías palabras hay algo más.

Son alumnos que participan en una organización política.

Pero no se asuste, nos son de “La Campora” ni “del Pro”.

Hacen política, la más pura expresión de la palabra política:

“La política es la ciencia de la gobernación de un Estado o nación, y también un arte de negociación para conciliar intereses.

El término proviene del latín politicus y este término del griego politiká, una derivación de polis que designa aquello que es público, o politikós, que significa ‘civil, relativo al ordenamiento de la ciudad o los asuntos del ciudadano’.

 

Hace años que nos quieren meter en la cabeza que “la política es mala”. No señores, los hombres y mujeres que hacen política son quienes se corrompen, quienes prometen y aseguran que llegaran al poder para defender lo que es de todos y luego solo lo hacen con sus propios y egoístas intereses. Algunos más que otros. Siempre hay una excepción.

 

Estos chicos son alumnos de una escuela secundaria que el año pasado ganaron las elecciones para conformar la comisión directiva del centro de estudiantes.

¿Saben ustedes lectores cual era una de las promesa de campaña? Limpiar y pintar los salones y pizarrones de todas las aulas antes de comenzar las clases.

¿Y quieren saber algo más? La están cumpliendo.

Cuando “los adultos” estamos metidos otra vez en la eterna pelea de todos los años en materia educativa: sueldos, estado de las escuelas, cierre o no cierre de grados y clases, ajuste o no, ellos nos dan el ejemplo. Cuando se aproximan elecciones y aparecen «voluntades» haciendo de todo con tal de llevarse un voto para después desaparecer hasta la próxima campaña, ellos dan el ejemplo.

Están en Febrero, sin obligación por que no están en clases, solo para cumplir con la palabra empeñada por su organización política en pos del interés común.

Si tan solo, los que hoy nos gobiernan y los anteriores, y los anteriores y los anteriores habrían cumplido su palabra como hoy lo hacen estos chicos seguramente viviríamos en una sociedad más justa y más educada.

Quien escribe estas líneas, también participó de un centro de estudiantes cuando cursaba el secundario, también me quisieron meter en la cabeza que la política es mala y es por eso que felicito a estos chicos, por darnos el ejemplo de que se puede hacer las cosas bien y los insto a seguir por ese camino, a no dejarse vencer por el sistema perverso y llegar a los lugares de poder con la pureza que tienen hoy y las misma ganas de trabajar por el interés común.

 

Esta es la política que promete y cumple.

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