Un verdadero GENOCIDIO , de los tantos que se cometen en nuestro país todos los días.
Este es terrible, porque es una muerte lenta y los niños son conscientes de lo que les puede pasar.
CHICOS ROCIADOS CON PESTICIDAS TRABAJAN COMO BANDERAS HUMANAS.
Las Petacas, Santa Fe,
29 septiembre 2006
El viejo territorio de La Forestal, la empresa inglesa que arrasó con el quebracho colorado, embolsó millones de libras esterlinas en ganancias, convirtió bosques en desiertos, abandonó decenas de pueblos en el agujero negro de la desocupación y gozó de la complicidad de administraciones nacionales, provinciales y regionales durante más de ochenta años.
Las Petacas se llama el exacto escenario del segundo estado argentino donde los pibes son usados como señales para fumigar.
Chicos que serán rociados con herbicidas y pesticidas mientras trabajan como postes, como banderas humanas y luego serán reemplazados por otros.
‘Primero se comienza a fumigar en las esquinas, lo que se llama ‘esquinero’.
Después, hay que contar 24 pasos hacia un costado desde el último lugar donde pasó el ‘mosquito’, desde el punto del medio de la máquina y pararse allí’,dice uno de los pibes entre los catorce y dieciséis años de edad. El ‘mosquito’ es una máquina que vuela bajo y ‘riega’ una nube de plaguicida.
Para que el conductor sepa dónde tiene que fumigar, los productores agropecuarios de la zona encontraron una solución económica: chicos de menos de 16 años, se paran con una bandera en el sitio a fumigar..
Los rocían con ‘Randap’ y a veces ‘2-4 D’ (herbicidas usados sobre todo para cultivar soja). También tiran insecticidas y mata yuyos.
Tienen un olor fuertísimo.
‘A veces también ayudamos a cargar el tanque. Cuando hay viento en contra nos da la nube y nos moja toda la cara’,describe el niño señal, el pibe que será contaminado, el número que apenas alguien tendrá en cuenta para un módico presupuesto de inversiones en el norte santafesino.
No hay protección de ningún tipo.
Y cuando señalan el campo para que pase el mosquito cobran entre veinte y veinticinco centavos la hectárea y cincuenta centavos cuando el plaguicida se esparce desde un tractor que ‘va más lerdo’, dice uno de los chicos.
‘Con el ‘mosquito’ hacen 100 o 150 hectáreas por día. Se trabaja con dos banderilleros, uno para la ida y otro para la vuelta. Trabajamos desde que sale el sol hasta la nochecita. A veces nos dan de comer ahí y otras nos traen a casa, depende del productor’, agregan los entrevistados.
Uno de los chicos dice que sabe que esos líquidos le puede hacer mal: ‘Que tengamos cáncer’, ejemplifica. ‘Hace tres o cuatro años que trabajamos en esto. En los tiempos de calor hay que aguantárselo al rayo del sol y encima el olor de ese líquido te revienta la cabeza.
A veces me agarra dolor de cabeza en el medio del campo. Yo siempre llevo remera con cuello alto para taparme la cara y la cabeza’, dicen las voces de los pibes envenenados.
-Nos buscan dos productores.
Cada uno tiene su gente, pero algunos no porque usan banderillero satelital.
Hacemos un descanso al mediodía y caminamos 200 hectáreas por día.
No nos cansamos mucho porque estamos acostumbrados.
A mí me dolía la cabeza y temblaba todo. Fui al médico y me dijo que era por el trabajo que hacía, que estaba enfermo por eso’, remarcan los niños.
El padre de los pibes ya no puede acompañar a sus hijos. No soporta más las hinchazones del estómago, contó. ‘No tenemos otra opción. Necesitamos hacer cualquier trabajo’, dice el papá cuando intenta explicar por qué sus hijos se exponen a semejante asesinato en etapas.
La Agrupación de Vecinos Autoconvocados de Las Petacas y la Fundación para la Defensa del Ambiente habían emplazado al presidente comunal Miguel Ángel Battistelli para que elabore un programa de erradicación de actividades contaminantes relacionadas con las explotaciones agropecuarias y el uso de agroquímicos.
No hubo avances.
Los pibes siguen de banderas.
Es en Las Petacas, norte profundo santafesino, donde todavía siguen vivas las garras de los continuadores de La Forestal.
Quien sabe que se comete un crimen y no lo denuncia es un cómplice
José Martí
Fuente: Diario La Capital, Rosario, Argentina
Bueno, sorprende esta noticia a uno que conoce un poco del tema,
ya que estoy primeramente en el ambiente aeronáutico y segundo
con gente que periodicamente trabaja con aviones de fumigar.
El Randap hace años que no se usa mas (por lo menos es esta zona)
fué reenplazado por productos estrictamente controlado que no son
tóxicos para el ser humano, y el tema de banderilleros humanos, ya
no se usan, hoy son reemplazados por los «banderilleros satelitales»
que son GPS (ver nota anterior) que van marcando el camino o franja
fumigada sin necesidad de ningún banderillero humano.
Repito …. por lo menos en nuestra zona !!!
Pablo Berninger
Que HIJOS DE PUTA como nos matan a los chicos!!! y los DE GREENPEACE a donde estan salvando una ballena y a estos pibes quien los salva y a los hijos de ellos si llegan a la edad de tener QUE HIJO DE PUTA EL PRODUCTOR QUE LOS CONTRATA Y QUE HIJO DE PUTA EL QUE LOS ROCIA Y EL GOBIERNO QUE HIJO DE RECOTRA MIL PUTAS !!! Y LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS LOS DERECHOS HUMANOS DONDE MIERDA ESTAN MATAS A UN CHORRO Y APARECEN COMO PLAGA Y ESTOS PIBES NO TIENE DERECHOS
!!!!!! HAGA PATRIA MATE UN POLITICO!!!!!!
Hola Pablo. Podrías decirme a que zona te estás refiriendo? Estoy segura que a las Las Petacas no.
estos tipos ya no son hijos de puta…son HIJOS DE UN BARCO DE RECONTRA MIL PUTAS.