El científico formaba parte del sector Boots cuando empezó a investigar sustancias químicas que pudieran aminorar dolores, pero con mínimos efectos secundarios. En el mes de diciembre del año 1961 halló la fórmula del ibuprofeno

La anécdota respecto al descubrimiento tiene que ver con que él mismo probó la fórmula para paliar los efectos de una fuerte resaca. Después de consumir 600 mg de la sustancia y ver cómo su efecto resultaba positivo, continuó mejorando la medicina hasta que la patentó en el año 1962.

Por supuesto, la noticia no pasó para nada desapercibida en las redes sociales. Aunque su figura era casi anónima, al conocerse la noticia los usuarios de las redes sociales le rindieron homenaje a Stewart, quien logró que las resacas fueran más llevaderas.

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