Tito, de 5 años, eligió el nombre con el que comenzó a tramitar la legalización de su cambio de género.

No había cumplido 2 años que ya hablaba y usaba el masculino para expresarse. “Naturalmente, se lo corregíamos, como a cualquiera, pero después nos decía que era nene”, contó Guadalupe, su mamá, a Clarín

Tito tiene una hermana de 8 años y es el niño más chico en Mar del Plata en pedir la rectificación del sexo asignado en su acta de nacimiento.

Si yo hubiera intentado vestir de varón a mi primera hija hubiera logrado que fuera infeliz, algo que no es, porque no es algo que se pueda forzar, sino que sale de adentro“, explica Guadalupe al corresponsal marplatense de Clarín.

“En principio nos decían que era una etapa, lo mismo por el hecho de que anduviera vestido con camisetas de fútbol, pero luego los vestidos fueron una pesadilla para él. Nunca uso vestidos, lloraba, y nos pidió que los tiráramos”, agregó.

“En sala de 3, cuando los chiquitos juegan nenas con nenas y nenes con nenes, él estaba con los varones; ya en sala de 4 pidió el corte de pelo y el cambio de nombre, y ya lo hacía con urgencia. Nos iba probando, iba a un cumple e iba al baño de nenes, lo mismo en el vestuario de pileta, y así iba ocupando sus espacios”, narra la mamá de Tito.

La abogada que acompañó el trámite, Claudia Vega, elogió la Ley de Identidad de Género del país: “Es de vanguardia, porque representa estas identidades y hace que puedan ser vividas como tales. El desafío es plasmar la importancia de la ley, es entender que no se trata de letra fría, que tiene un gran contenido amoroso, en su respeto, en su sentir”. La ley 26.743 cumple 7 años de su sanción.

Este niño comenzó a ser niño desde que pudo darse a entender, desde sus primeras palabras. Ellos, los chicos, lo toman como algo natural, espontáneo, como lo que es, somos nosotros quienes debemos correr el velo del adultocentrismo“, sostuvo Vega.

En una actividad en sala de 3 había que escribir una frase en un bandoneón, Matías, el papa de Tito, escribió: “No permitas que nunca cuestionen tu libertad“.

Es que yo tenía dos nenas, pero él nos fue guiando, se expresa y dice exactamente lo que quiere. El duelo fue doloroso, es cierto, pero el cambio vale la pena, porque teníamos una nena triste y ahora tenemos un nene feliz“, cerró Guadalupe.

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