«Realmente el nivel fue buenísimo, había muy lindas carrozas»

La carroza creada por los alumnos de quinto año del Colegio San Jose, fue la elegida por el jurado de la Fiesta de la Primavera, como la mejor de las seis que se presentaron.

Como en toda competencia siempre debe haber un ganador y más allá del «folclore» que genera la competencia, la calidad, el trabajo y el marco de todas las carrozas fue excelente.

El Colegio San Jose, presentó la Fiesta de la Pachamama (Madre tierra), una festejo tradicional de los pueblos originarios del noroeste argentino, que se realiza a principios del mes de agosto para agradecerle a la naturaleza y pedirle prosperidad en la nueva primavera.

Martina Ragusa y Fernando Savoy, del Colegio San Jose, nos dieron más detalles sobre su trabajo y además opinaron sobre la modificación en la manera de premiar.

¿Cuando empezaron a trabajar en la carroza?

“Estuvimos trabajando desde abril y juntando dinero ya veníamos desde que había finalizado la fiesta del año pasado, así que estuvimos más de un año de trabajo».

¿Cuando surge la idea de hacer la fiesta de la pachamama?

«La idea surgió en Junio, fines de Mayo, nosotros siempre tuvimos la idea de hacer el carnaval del norte, porque queríamos hacer algo bien autóctono- bien de Argentina- que no se ha hecho mucho en la fiesta de la primavera, siempre se ha hecho de otro países y surgió el carnaval del norte, sabíamos como representarlo abajo de la carroza- como lo hicimos bailando el carnavalito, los chicos vestidos de diablo- pero el problema nos surgió cuando nos preguntamos qué poníamos arriba de la carroza y entonces empezamos averiguar y unos de los carnavales que se festejaba era la ofrenda a la Pachamama, entonces dijimos podemos hacer a la Pachamama y dentro de un paisaje y animales del noroeste argentino».

¿La pachamama no es una figura, como se les ocurrió representarla?

«Nosotros represamos a la pachamama con la imagen de una mujer, saliendo de un tronco que empezaba a florecer y desde esas flores resurgía ella la pachamama, con una vasija que tenía en la mano- que representaba al mundo- y que estaba toda hecha de espejos».

Es muy importante el marco, que todo el entorno y los detalles tengan que ver, ustedes lo lograron, fue impactante la coreografía donde formaron la bandera de los pueblos originarios con ponchos de colores, se notó que trabajaron mucho sobre esto.

«Las primeras reuniones que tuvimos con Tato Mindurry- ya que él nos informaba todo- les pedimos que se computen las batucadas y el baile, porque los chicos venimos trabajando hace seis meses y la idea que tuvimos es que siempre se hace una introducción para darle sentido a la misma, en este caso elegimos un carnavalito- que no se ha bailado antes porque ningún carnalito es como el carnavalito humauaqueño original- y primero pensamos en vestirnos de coyas las chicas y luego se nos ocurrió lo de los ponchos de diferentes colores formando la bandera de los pueblos originarios»

¿Los padres ayudaron?

«La verdad es que los padres se la re jugaron el sábado, se pusieron todos a disposición nuestra estando ahí con jugos, gaseosas, algo para comer, lo que sea para que nosotros estemos bien y disfrutemos. También ayudaron en el armado, como pasó en todas las carrozas, es lindo que los padres se conozcan y compartan con sus hijos y amigos esta experiencia».

¿Sabían que eran tres premios y el resto menciones especiales?

«A nosotros nos sorprendió lo de las menciones especiales y solo tres premios, eso nunca se habló y creemos que no es justo, porque todos competimos y de esa manera los que recibieron la mención no saben si su carroza fue cuarta o última».

¿Cómo vieron al resto de los trabajos?, ¿estaban seguros de ganar?

«Fuimos los primeros que llegamos y estuvimos ahí pendientes de todas las carrozas que llegaban, porque la verdad que el nivel que hubo este año fue de los mejores. Este año fue muy difícil, nosotros veníamos seguros con lo que hicimos y orgullosos de todo lo que habíamos hecho pero realmente el nivel fue buenísimo, había muy lindas carrozas, nunca estuvimos seguros de ganar».

¿Cuántos trabajaron y adonde?

«Nosotros fuimos un grupo de sesenta más o menos y laburamos todos, estuvimos en el galpón que de paso le agradecemos al Chato Lateana – al lado de la panadería- ubicada en Gallo al 600 entre Laprida y Belgrano por prestarnos el lugar y aguantarnos».

¿Ya empezaron a extrañar la carroza?

«Ya ayer la primer tarde que no se salió al galpón, era como extraño, es una experiencia muy buena. Queremos agradecer a todos los que de una u otra forma colaboraron con nosotros para hacer esta carroza, porque con su aporte hicieron posible la realidad de este sueño que nos quedara grabado para toda la vida.”