Lo expresado por Roberto Ramón Romero al Comisario Juan Catalano ni bien lo pudieron detener en la vivienda de Dávila y Cruz Roja, dejó en claro que las pistas que se manejaron desde un principio estuvieron bien orientadas. La búsqueda estuvo centralizada en el paraje Espinillo y sus alrededores y allí fue donde estuvo deambulando el prófugo durante todos estos días hasta que decidió retornar y ponerse a disposición de la justicia.

La Brigadas K9 de la Secretaría de Seguridad de Escobar, la de Navarro y la de Villa Constitución, que con sus perros participaron de los rastrillajes, cumplieron un rol fundamental, al punto tal de ser determinantes en los pasos dados en las últimas horas antes de la detención de Romero.

Diego Tula, es uno de los integrantes de la Brigada K9 de Escobar y propietario de Bruno, el perro especializado en búsqueda de personas que encabezó las tareas.

 

“Los perros hicieron un gran trabajo y hasta tuvimos que cambiar de estrategia porque esta persona siempre fue un paso adelante nuestro”, señaló Tula en el aire de “Primera Plana de Sábado”- FM Génesis.

 

“El rastro de la bicicleta fue determinante porque nos permitió saber en qué dirección se fue moviendo la persona, nos dejó todo el rastro. Supimos que el prófugo había estado en esa zona y en algunos puntos hemos determinado que hasta nos estuvo viendo”, destacó.

“De la manera qué Bruno fue rastreando el terreno sabíamos que eran marcas recientes y que estábamos cerca”, señaló Diego Tula.

 

De la búsqueda participaron siete perros adiestrados y que pertenecen a distintas brigadas, siempre estuvieron muy bien orientados y los pesquisas estaban seguros que a Romero lo tenían rodeado y que estaba al caer.

El acusado del femicidio de su esposa fue detenido el sábado al atardecer cuando se presentó en la casa de un familiar y luego de permanecer seis días prófugo.

sanpedroinforma.com.ar

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